Las autoridades de Santiago de Chile solicitaron a los habitantes evitar hoy los asados a la parrilla, día en el que la selección de fútbol local jugará la Copa América, y suman así tres los pedidos en esta semana para intentar bajar la alta concentración de partículas nocivas en la atmósfera de la capital chilena.
La preparación de asados durante los partidos de la selección es una antigua tradición de los chilenos, pero desde el mundial de Brasil 2014 las autoridades comenzaron a advertir que las miles de parrillas a leña o carbón encendidas empeoran la calidad del aire.
El llamado "efecto asado" existe, afirmó Diego Riveaux, secretario regional del Ministerio del Medio Ambiente, quien precisó que más bien se trata de un "efecto partido", porque a las parrillas encendidas se suma un aumento de las emisiones de los vehículos de quienes se apresuran a llegar a sus casas para preparar el asado y ver el partido.
Por esta situación, el gobierno de Santiago de Chile decretó la tercera preemergencia consecutiva de esta semana y la quinta en lo que va del 2019, debido a la alta concentración de partículas nocivas en la atmósfera capitalina.
Dicha medida supone la salida de circulación de unos 200.000 vehículos motorizados, la prohibición del uso de calefactores y cocinas a leña o carbón en toda la Región Metropolitana y la paralización de 1.281 fuentes industriales fijas, entre otras medidas.
A lo anterior se suman las caravanas de aficionados al fútbol que en caso de un triunfo, salen a celebrar en vehículos que recorren las principales calles, avenidas y otros espacios públicos, precisó Riveaux.
Respecto de los vehículos motorizados, se restringió la circulación de aquellos provistos de convertidor catalítico inscriptos antes del año 2012 al igual que las motocicletas. También en un radio más amplio, incluye las comunas aledañas de San Bernardo y Puente Alto. Asimismo, rige una prohibición de forma permanente de quemas agrícolas en toda la Región Metropolitana hasta el 30 de septiembre.
A los colegios se les recomendó suspender las clases de Educación Física y a todos los santiaguinos abstenerse de realizar actividades deportivas al aire libre.
Santiago de Chile está enclavada en un valle rodeado de montañas, por lo que en otoño e invierno la calidad del aire empeora debido a la ausencia de brisas que diseminen las partículas nocivas, así como por la llamada inversión térmica, que consiste en que la temperatura en la superficie es menor que en altura, por lo que el aire sucio se mantiene a nivel del suelo.