Los precios de los medicamentos se duplicaron en los últimos dos años y las prepagas registraron una suba del 84,4% en el mismo período, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV).

 

Las cifras surgen de un relevamiento que se llevó a cabo teniendo en cuenta los precios sobre una canasta de 123 productos de diversas características, marcas, función y origen, señala el estudio.

 

A través de él, se determinó que desde noviembre de 2015 hasta noviembre de 2017 los fármacos incrementaron sus precios en promedio 102% con una variación nominal “muy superior al incremento en el nivel general de precios”, detalla el informe.

 

Entre los medicamentos que más aumentaron figuran los correspondientes al tratamiento de tiroides con una suba del 183%, los broncodilatadores un 157%, los antidepresivos un 154%, y los antiespasmódicos un 134%.

 

Asimismo, el texto señala que “la suba de precios en bienes y servicios relacionados con la salud no se detiene y que el incremento de los gastos en salud presiona el presupuesto familiar, al ocupar una porción cada vez mayor del total de ingresos”. Y agrega que la particularidad distintiva de ese conjunto de productos es que se trata de “bienes inelásticos”. Esto significa que la sensibilidad de respuesta de la demanda ante incrementos en el precio es baja.

 

El informe, indica además que hubo una suba del 84,4% en las cuotas de las prepagas en los últimos dos años. “En 2017 se registraron subas en cuatro oportunidades, además de un próximo incremento autorizado para diciembre del 6%. Así, los incrementos señalados fueron del 6% en febrero, 6% en julio, 5% en agosto y 5% en septiembre. De ese modo, la suba para todo el año será del 31,3%, entre seis y siete puntos porcentuales más que la inflación que se espera para el consolidado 2017″, detalla.

 

Por último, agrega que en octubre de 2017, la inflación acumulada desde enero para el IPC nacional es de 19,5%, mientras que el rubro salud, el incremento fue del 23,2% lo cual afecta negativamente el costo de vida de los jubilados.