El tercer debate presidencial de las elecciones generales 2023, previo al balotaje, otorgará una vez más la posibilidad de escuchar las propuestas de Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria (UxP), y de Javier Milei de La Libertad Avanza (LLA) en una instancia decisiva en la carrera por llegar a la presidencia de la Nación. Lo que toda la gente está esperando es que en esta ocasión los candidatos vayan con propuestas más claras sobre las medidas a implementar en caso de resultar electos y que no se amparen en la dialéctica de la propaganda electoral para evitar definiciones de cómo se van a abordar temas fundamentales para la nación como educación, salud y pobreza.

El domingo 12 de noviembre, los argentinos estarán nuevamente atentos a lo que ocurra en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con la esperanza de escuchar argumentos que los ayuden, una semana después, a definir su voto a favor de alguna de las dos propuestas. Para esto será necesario que ambos candidatos profundicen sus exposiciones y no se queden en el simple enunciado de los temas, o recurran a la descalificación de su oponente con palabras agresivas, algo que abundó en los dos debates anteriores y que, en la opinión de muchos analistas, no contribuyó a esclarecer posiciones ni orientar el voto.

Estamos en una instancia decisiva en la que no deberían quedar dudas sobre lo que se va a votar. Los candidatos o fuerzas políticas a las que pertenecen tienen la obligación de aprovechar los pocos minutos que otorga la televisación para, sin ningún tipo de rodeo y la mayor claridad posible, exponer el contenido de sus propuestas de manera respetuosa y sin tener que recurrir a herir la susceptibilidad de quien pueda pensar diferente.

En función de este debate presidencial y del balotaje previo al cambio de gobierno del 10 de diciembre próximo, es oportuno recordar los 40 años de democracia que se están cumpliendo como un acontecimiento histórico relevante en el que con el mayor respeto institucional Ítalo Luder (PJ) confrontó con Raúl Alfonsín (UCR) por la presidencia de la Nación, en un acto eleccionario modelo que sirvió de punto de partida de este proceso democrático ininterrumpido hasta la actualidad. A cuatro décadas de ese hecho pretendemos que ese respeto continúe vigente y que en este caso Massa y Milei ostenten su condición de presidenciables con un comportamiento decoroso y acorde a las circunstancias de crisis que vive el país. 

Alfonsín proponía en ese entonces que "con la democracia se come, se cura y se educa". Estas palabras están más vigente que nunca y los actuales candidatos deberán abocarse a trabajar para que esto se cumpla, con una observación: las cuestiones económicas por delicadas que parezcan tienen solución tarde o temprano, lo que es más difícil de resolver son los aspectos vinculados a la educación, la salud y la forma de sacar a la gente de la pobreza con trabajo y dignidad, aspectos que lleva mucho más tiempo subsanar.