Coloridos, creativos, de formas geométricas, con los colores patrios o con los de los equipos de fútbol. Así, todos los barriletes se mezclaron en un día en el que la brisa fue la justa para remontarlos y cubrir el cielo de muchos colores. Esto, en el concurso de barriletes que se realizó ayer en el complejo Ceferino Namuncurá, en San Martín y que reunió a cientos de familias de varios departamentos.
Los niños con sus padres se sometieron al desafío de hacer volar los barriletes. Y, para muchos el desafío fue doble, pues hasta confeccionaron sus propios barriletes, que este año se distinguieron por la creatividad.
Papel fino, nylon, caña y hasta recortes de tela fueron los materiales que usaron para armar los volantines. Y hubo algunos tan curiosos, que llamaron la atención y hasta fueron aplaudidos por otros competidores. Águilas, Batman, una bandera de Chile y hasta un esqueleto que no paraba de mover sus huesos mientras volaba, fueron algunos de los barriletes que más miradas atrajeron.
Además del concurso hubo espectáculos para toda la familia, en el predio.
El concurso comenzó cerca de las 14, pero la gente llegó temprano para armar los volantines. Sobre el techo de los autos, en el suelo o algunas mesas las familias pusieron en juego su creatividad y encontraron la excusa perfecta para pasar un día juntos.
Para que todo esto fuese posible, el día acompañó. Pocas nubes en el cielo y la brisa necesaria para poder remontarlos, el combo perfecto para pasar una buena jornada. A ellos se sumó el Sol, que hizo que el día pareciera primaveral. "Teníamos miedo de que hiciera frío y se arruinara el día, pero está perfecto para disfrutar en familia", dijo Laura Román, una mujer que llegó con su familia, compuesta por 15 integrantes de todas las edades, desde Rawson.
Además de los barriletes, el asado dominguero fue la postal más común, pero no faltaron los que llevaron sánguches o pizzas. Incluso, algunos llegaron al concurso después de almuerzo y lo hicieron con el mate. "Es que no queríamos perdernos estas jornada", dijo Mauricio Castro, un ullunero que comentó que estaba más entusiasmado que sus hijos de 7 y 9 años. Al igual que él, hubo varios papás que dijeron que volvieron a ser niños y que remontar barriletes con sus hijos, los hizo viajar en el tiempo.
Como un niño
Alejandro Sánchez no pudo disimular el entusiasmo de participar. Dijo que hizo el barrilete que siempre hacía cuando era niño. Estuvo con su hija, Berenice.
En familia
Santiago, Delfina, Bejamin y Thian estuvieron acompañados de sus papás Gustavo Zalazar, Adriana Pereyra y Antonio Escudero. Ellos llevaron dos barriletes.
Con creatividad
Los López Domínguez llegaron después de almuerzo desde Rawson y Pocito. Llevaron varios barriletes. Hicieron hasta un barco de papel.