Un día después de que se conociera que las caleras sanjuaninas tenían que restringir el uso de gas a cero porque supuestamente no había suficiente y que iba a tener impacto en la producción local, el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, dijo que el problema se debió a “inconvenientes comerciales” de la distribuidora por una deuda en la compra del fluido superior a los 22 millones de dólares, y aunque no lo mencionó directamente apuntó contra el grupo Albanesi, que provee gas a grandes consumidores del país y también de San Juan. No obstante esta situación, Raúl Cabanay, vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan y gerente general de Caleras San Juan, dijo ayer que ya fue restablecido el servicio y que no se ha visto resentida la producción de cal en la provincia. El jueves sonaron las alarmas porque en declaraciones en el programa ‘Demasiada Información‘ (@demasiadainfosj), de Radio Sarmiento, Cabanay dijo que “nos avisaron que tenemos que restringir el uso de gas a cero, algo que nunca había pasado”. Las caleras sanjuaninas ya venían con restricciones de alrededor de un 30% en la provisión de gas, por la caída de la oferta de producción gasífera tras el conflicto con los trabajadores de la salud en Neuquén, quienes bloquearon las plantas de extracción de esa provincia patagónica. Pero la comunicación de que debían restringir el consumo a cero les cayó como balde de agua fría. Uno de los primeros en reaccionar fue el secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, quien se puso en comunicación con su par de Energía, Martínez, y con el interventor en Enargas, Federico Bernal. Y si bien habló de que el problema era de la distribuidora y no por el faltante de gas, no dio mayores detalles sobre el inconveniente. Y fue Martínez, en declaraciones a medios nacionales, el que despejó la duda. E incluso adelantó que remitirá al Enargas todos los reclamos recibidos, para que impulse las acciones administrativas que se correspondan con esta situación. Ayer Hensel insistió con que “la falta de gas a las caleras fue por un problema de la distribuidora pero no porque no haya cantidad suficiente”. Y anticipo que “puede que haya algún tipo de restricción cuando bajen las temperaturas, porque la prioridad la tiene el consumo domiciliario, pero nunca va a llegar a un corte total”. Como para despejar cualquier tipo de dudas, el funcionario dijo que en los próximos días se volverá a reunir con directivos de YPF para firmar un convenio para asegurar la provisión de carbón de petróleo a productores de cal, para darle un marco de previsibilidad de abastecimiento. Es que las grandes empresas cuentan con hornos que pueden funcionar tanto con gas como con el carbón de petróleo. En enero hubo un acuerdo mediante el cual YPF se comprometió a aportar una cantidad de 15.000 toneladas de carbón de petróleo para la producción de cal en San Juan. Esos volúmenes tuvieron un precio inicial de U$S 100 la tonelada, un valor muy por debajo del que se puede conseguir en el mercado externo, en el cual alcanza hasta los U$S 250 la tonelada. Hensel aclaró que las caleras sólo utilizaron un 35% de ese volumen.
Algunas cifras de la actividad
El 95% de las exportaciones de cal sanjuanina van a Chile, todo en camiones, mientras que el resto va a Uruguay y algo de producción a Paraguay.
Otros destinos de la industria son la siderurgia y la potabilización del agua. En el primer caso el principal cliente es Ternium, una empresa productora de aceros planos y largos, con planta en Buenos Aires. Allí van a parar unas 250.000 toneladas de cales industriales al año. El otro gran consumidor es AySA, la empresa encargada de proveer los servicios de agua y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense. Allí van a parar unas 40.000 toneladas de cales al año.
En la provincia hay 6 empresas que concentran casi el 90% de la producción local y el resto está en manos de pequeños propietarios de hornos criollos, que van camino a desaparecer. Estos últimos destinan su producción fundamentalmente a la construcción.
Los principales departamentos caleros en la provincia son Sarmiento, con la mayor parte de la actividad concentrada en la zona de Los Berros, Albardón y Jáchal.
En cuanto a los destinos de la cal en el país, el 56% es para la construcción, el 14% se exporta, el 13% es para la actividad siderúrgica y el resto tiene otros usos como la minería, la potabilización del agua y la producción de papel.
