La Unidad Fiscal de Investigación (UFI) Cavig, que coordinan Claudia Salica y Roberto Ginsberg, comenzó a transitar los últimos pasos para sentar en el banquillo de los acusados a Mario Parisí, el funcionario judicial que se encuentra en la mira por haber incurrido en el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo, en contexto de violencia de género; amenazas por el uso de arma blanca y desobediencia a una orden judicial. Fuentes judiciales confirmaron que una prueba clave, la pericia psicológica a la víctima, la expareja del funcionario, se encuentra en curso y se estima que finalice este mes. Así, no más allá de la primera quincena de marzo, Fiscalía solicitará que se lleve adelante la audiencia de control de acusación, en la que se definirá la prueba que se utilizará en el juicio, y revelará el castigo que pedirá contra el acusado. Con ese paso cumplido, el debate deberá ocurrir dentro de los 30 días hábiles posteriores a dicha audiencia, por lo que no será más allá de abril.
Otro dato clave que revelaron las fuentes es que Parisí regresó a cumplir tareas dentro del Poder Judicial, ya que finalizó la licencia que solicitó en noviembre. Así, por orden de la Corte de Justicia, desde el 1 de febrero cumple funciones en la Unidad de Análisis Documental y Jurisprudencia del Poder Judicial, área desvinculada de su tarea anterior. En la misma causa está implicado el funcionario judicial Juan Pablo Ortega, imputado por tratar de que la víctima cambie su versión contra Parisí.