Con algo de secretismo y bastante confusión, los gobernadores del PJ montaron una cumbre para definir, en medio de la tensión económica, un mensaje único sobre la crisis económica y el regreso al FMI.
De arrebato, luego de contactos bilaterales, el viernes se apuró la convocatoria para el martes al mediodía. Azar o no, coincide con la deadline financiera del gobierno de Mauricio Macri: el vencimiento masivo de Lebacs.
El fin de semana hubo versiones. Desde algunas provincias se confirmó la cita y se precisó un punto de encuentro: martes, almuerzo, Casa de Entre Ríos sobre la calle Suipacha al 844. Los gobernadores del PJ. "Todos invitados".
Otros mandatarios, como el cordobés Juan Schiaretti, son menos enfáticos. Desde su entorno le bajaron el tono al encuentro. Curioso: Schiaretti opera como macho alfa entre los caciques PJ y suele ser el motor de las juntadas.
Fue, en verdad, un intento por mantener el encuentro en reserva. Por eso, hubo dudas sobre la hora, el lugar -otra versión decía CFI- y el volumen.
Por lo pronto, confirmaron el gobernador sanjuanino Sergio Uñac, el tucumano Juan Manzur, Gustavo Bordet de Entre Ríos, Domingo Peppo de Chaco y Juan Manuel Urtubey de Salta.
También asistirían Sergio Casas (La Rioja), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Lucía Corpacci (Catamarca), que aparece en una agenda posible de mano a mano con Macri para esta semana.
"Es para charlar entre todos los gobernadores y saber como ve cada uno la situación. En todas las provincias hay preocupación", dijo un operador del PJ.
"Que los que estuvieron con Macri les cuenten a los demás lo que pasó y cómo sigue. Hay malestar", señaló otra fuente provincial.
El caos que rodeó el armado de la cumbre no permitió definir si emitirán un documento o no. El qué decir, o como decirlo, fue uno de los argumentos para no darle visibilidad al encuentro. O, incluso, de dejarla para otro momento.
El punto es que no hay mirada única entre los gobernadores. Bordet, por ejemplo, dijo que no le asusta abrir negociación con el FMI mientras que otros como Manzur y Uñac callaron pero dejaron trascender su desacuerdo.
La invitación al pampeano Carlos Verna y el formoseño Gildo Insfrán sumaría pimienta porque tienen posiciones críticas. Lo mismo el riojano Casas que dijo que el FMI "está pidiendo que los gobernadores dejen gente en la calle".
El jueves, en Casa Rosada, Mauricio Macri le agradeció a Schiaretti, Uñac, Bordet, Peppo y Manzur -y al vice de Tierra del Fuego- que no hayan cuestionado, en público, su decisión de retomar negociación con el Fondo en busca de un crédito.
Está pendiente, por otro lado, la discusión por la ley que votó Diputados y limita la suba de tarifas de los Servicios Públicos. Macri les pidió "coherencia" en el Congreso Nacional. El proyecto depende, ahora, del Senado.
Los diputados de Argentina Federal cuentan que Miguel Angel Pichetto, jefe del mismo clan pero en la Cámara alta, les trasmitió que salvo que haya un pedido explícito de los gobernadores, el proyecto se convertirá en ley.
Entre los mandatarios no hay acuerdo y el anticipo de veto de Macri les facilita la discusión. Lo mismo ocurre con el acuerdo con el FMI: la mayoría de los gobernadores no quieren que el texto vaya al Congreso para no tener que intervenir.
El viernes, el Ministerio del Interior difundió un pack de declaraciones de mandatarios -hechas a medios de sus provincias- en los que la linea general era colaborar con el gobierno nacional en medio de la actual situación. Hubo algún malestar que, de manera indirecta, sirvió para motorizar la cumbre del martes.
Fuente: Clarín