
Señor director:
Ha dejado de existir en la provincia un caballero, una notable figura cultural que a lo largo de 91 años vividos plenamente, nos deja un bagaje inmenso de ejemplos, enseñanzas y valores humanos. Don Carlos Rubén "Coco” Buscemi, un grande en todo el sentido de la expresión si consideramos su grandeza de espíritu, sus lecciones de historia, las de vida y ese discurrir aventurero que lo llevó a conocer y explorar su San Juan, como una infinidad de temas de trascendencia histórico-cultural de todos los tiempos. Sus primeros libros editados llevaron el nombre de "Imágenes y algo más” presentados en su momento por el Centro Sanjuanino para la Cultura, después vendrían varios más, a cargo de SADE Filial San Juan que fue un orgullo presentar tales como "Los caminos de la vida”, "Del Baúl de la Historia”, "Historias y Anécdotas de la Mafia”, que en algún caso me fue confiada su transcripción de sus apuntes redactados a mano, con "la misma caligrafía que tengo desde mis 20 años”, como le gustaba aclarar. Y era verdad, su letra era armoniosa, prolija y clara, tanto que daba gusto leer y pasar a computadora porque no era un trabajo sino puro placer. Abordó una increíble variedad de temas con la solidez de una documentación que se completaba con sus viajes a buscar archivos históricos en lugares donde las enormes bibliotecas lo nutrieron para volcar luego lo aprendido e investigado en narraciones que reflejaban generosamente sus muchos saberes y curiosidad. Así, pudo llegar a visitar los Archivos de Indias en España y empapado de cuanto leyó realizar amenas síntesis que conformaron obras de muy valioso aporte a nuestro acervo cultural y bibliográfico. Once viajes a lomo de mula y caballo ida y vuelta a la Cordillera de los Andes, o festejar sus 86 años a 4.000 metros de altura, definen ese espíritu audaz y admirable. No alcanzaría un libro de muchísimas páginas para narrar todas esas vivencias y los pormenores de tantas lecciones que aprendió en los escarpados caminos de montaña.
Hombre de fe, solía despedirse con una bendición en nombre de María Auxiliadora y San Juan Bosco y su ser altruista fue otra carta de presentación que le permitió ganar nuevos amigos donde sea que fue. Su sólo nombre inspiraba reconocimiento y respeto y DIARIO DE CUYO lo tuvo entre sus columnistas más exquisitos y destacados. Por su obra y por su vida hermosa, podemos decir sin dudas que su recuerdo y ejemplo vivirán en quienes hemos tenido la fortuna de conocerlo y hoy saber que el viajero lúcido e incansable que fue se ha quedado para siempre en un rincón muy especial del corazón.
Ada Gámez
DNI 14.991.576
