A la caza de dinero extra que ayude a solventar los gastos del Estado en momentos de incertidumbre económica, el presidente Alberto Fernández presentó ayer el proyecto de ley para gravar la renta inesperada que de aprobarse deberán abonar un puñado de empresas cuyas ganancias superen los $1.000 millones.
Con este impuesto, el Gobierno busca recaudar unos $ 200.000 millones, monto que se acerca a los 206.000 millones que el Estado derivó al pago del refuerzo de ingresos de ANSeS para trabajadores informales, trabajadoras de casas particulares, jubilados y monotributistas.
El anuncio fue realizado ayer por la tarde durante un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández en el Museo del Bicentenario, en Casa de Gobierno, junto con el ministro de Economía, Martín Guzmán. En ese marco, Fernández aseguró que "cuando algunos ganan mucho y otros se empobrecen eso no es una sociedad, sino una estafa".
"Estamos haciendo algo que el mundo hizo antes y que el mundo hace ahora", agregó el jefe del Estado.
El proyecto de ley, que será enviado al Congreso en los próximos días, apunta a regular las ganancias de grandes empresas generadas por el shock que provocó la guerra en Ucrania. Y se aplicará a través de una sobre-alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital en el ejercicio fiscal 2022.
El proyecto alcanza a empresas con Ganancia Neta Imponible o Ganancia Contable de más de $1.000 millones y que cumpla con al menos una de estas condiciones: su margen de ganancia (ganancia contable sobre sus ingresos) sea superior al 10% en 2022, o bien haya tenido un aumento del margen de ganancia en 2022 en relación al 2021 de, al menos, 20%.
La alícuota que se aplicará a esa renta será del 15% y tendrá vigencia sólo para el ejercicio fiscal 2022, en base a los balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año a partir de esa fecha.
Comó la medida sólo afectará a las empresas con ganancias anuales superiores a $1.000 millones, tendrá un impacto en una porción muy pequeña de las empresas según datos oficiales: en 2021 le hubiera correspondido pagarla a un 3,2% de las compañías totales.
Por otra parte, Martín Guzmán aseguró también que se pondrá un parámetro para achicar la alícuota en caso de que la renta inesperada sea canalizada hacia la reinversión.
La "zanahoria", en este caso, es hacer un descuento sobre el gravamen para quienes reinviertan esas utilidades extras.
En la presentación, el ministro de Economía aprovechó para pedir el "acompañamiento del Congreso nacional" para la sanción del proyecto que es resistido por algunos sectores de la oposición.
"Valoraremos el acompañamiento del Congreso en estas circunstancias tan difíciles para lograr evitar injusticias y avanzar en la senda del progreso con más producción, más trabajo y crecimiento inclusivo", dijo.
En el mismo sentido, el Presidente afirmó que "es obligación del Congreso de acompañar y sacar esta ley. No es una obligación del Frente de Todos, sino de todos los diputados y los senadores, porque necesitamos que en una situación tan ingrata -que no sabemos cuando va a terminar- unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías".
"El mundo está viviendo una guerra singular, que se globaliza", dijo Fernández, tras lo cual advirtió que hay un "riesgo creciente de que el mundo entre en un proceso de falta de alimentos muy grande" por la salida de dos grandes exportadores como Rusia y Ucrania.