Guillermo Coria y Gastón Gaudio fueron los protagonistas centrales del mayor clásico del tenis nacional después de Vilas – Clerc. Una historia de juventud cargada de diferencias, provocaciones y enfrentamientos, que tuvo su summum en la final de Roland Garros de 2004, casualmente la última vez que se cruzaron dentro de una cancha.
Hoy, contra todos los pronósticos que se podían hacer en aquel momento, van espalda con espalda, junto a Guillermo Cañas –el otro capitán-, por el objetivo de devolver al tenis argentino al lugar de elite en la Copa Davis, durante la serie que se disputará en San Juan.
“Mi relación con Gastón es muy buena. En estos años compartimos muchas reuniones con otros ex tenistas y nos pusimos de acuerdo en que las diferencias que tuvimos en el pasado quedaron en el pasado. Estamos unidos y tirando para el mismo lado. La nuestra es una pelea que ya fue”, destacó el Mago, haciendo alusión a los “retiros” en la casa de Mariano Zabaleta, en Tandil, donde se marcó la génesis de la nueva conducción de la Asociación Argentina de Tenis encabezada por Agustín Calleri.
El Gato, por su parte, reconoce “con Coria no somos amigos”, pero valora mucho la trayectoria del de Rufino en el campo de la formación de juveniles –Coria lleva ocho años en el desarrollo de menores- y admite en público la importancia de esa unión de la que habla su ex rival: “Es la primera vez que el tenis argentino se une de verdad”.
La capitanía compartida entre tres personas tras la salida de Daniel Orsanic, también es símbolo de esa mancomunión. “En este momento hay que dar una mano, por eso no dudamos en aceptar el cargo ante el pedido de Agustín (Calleri). Además es una oportunidad muy linda que se nos da, somos cuatro personas -suma a la mesa a Gustavo Marcaccio, asistente técnico- que estamos muy vinculadas con el tenis y no tengo dudas de que juntos podremos aportar mucho para que los jugadores se sientan a gusto”.
El Mago está feliz, expectante y, aunque todavía no llegó el debut, ya sueña con un poco más: “Obviamente que me encantaría seguir el año que viene”. Lo dice, casi como si pensara en voz alta, pero por las dudas pisa el freno: aclara que la serie con Colombia no va a ser sencilla y que recién a fin de año se verá qué será de su futuro. La era de la madurez.
Fuente: TyC Sports