Pese a que el Gobierno de Alberto Fernández adoptó medidas para desalentar la salida de ciudadanos al exterior con el objetivo de evitar el ingreso al país de nuevas cepas del coronavirus, el número de argentinos y extranjeros con documentación argentina que salieron del país con motivo de vacacionar en otras naciones no se detiene.
Según registros oficiales, entre el 27 y el 30 de marzo, 2.367 argentinos dejaron el país para vacacionar en el extranjero. Lo hicieron, pese a que a su regreso, deberán someterse a una prueba de hisopado antes de subirse al avión, otro examen SARS-CoV 2 en la Argentina y un tercero al séptimo día de ingreso, además del aislamiento obligatorio. Los costos de estos test correrán por cuenta de la persona, de acuerdo a lo dispuesto en la Decisión Administrativa 268/2021.
Los que resulten positivos deberán realizar un testeo de secuenciación genómica, un estudio que va desde los $4000 hasta los $5500. Además, la cuarentena se realizará en los sitios que indiquen las autoridades y el costo de ese aislamiento también quedará a cargo de cada persona.
Pese a toda esta serie de medidas para desalentar la salida de argentinos, de acuerdo a registros oficiales a los que accedió este medio, en esos tres días de marzo salieron del país 5581 personas. De ese total, 120 lo hicieron por estudio; 275 por mudanza; 1442 regresaron a sus países de residencia; 666 por trabajo; 711 sin motivo y 2367 por turismo.
Desde el 1 de diciembre de 2020 hasta el 29 de marzo, el destino turístico más elegido por los argentinos fue los Estados Unidos. En ese período unas 9.356 personas visitaron ese país, seguido por Chile, a donde se dirigieron 5.383 argentinos. Panamá recibió 3.715 mientras que España 3.144 ciudadanos.
El Gobierno ya confirmó la circulación comunitaria en la Argentina de cuatro de las nuevas variantes del coronavirus: las cepas de Manaos; la de California; la de Río de Janeiro y Reino Unido, sin nexo epidemiológico ni contacto estrecho con viajeros. Este fuel principal motivo por el que días atrás se suspendieron los vuelos con Brasil, Chile y México. La salida de argentinos al exterior aumenta el riesgo de que estas nuevas variantes aumenten su circulación en la Argentina.
Según los datos oficiales a los que accedió este medio, unos 30 mil argentinos se encuentran en el exterior a la espera de poder regresar al país. El Ejecutivo trabaja en la reprogramación de todos los vuelos para que los turistas entren de forma gradual y segura para poder realizar los controles por el COVID-19. Los que se fueron al exterior firmaron un consentimiento en el que se les advirtió que podrían implementarse restricciones a futuro, como finalmente sucedió. Explicaron además que desde hace un mes se desaconseja viajar al exterior salvo por cuestiones esenciales y que para planificar el regreso de los varados es clave que haya capacidad en los hoteles para que cumplan con el aislamiento.
El Ministerio de Salud informó el jueves 14.430 nuevos casos de coronavirus y 83 muertes en 24 horas en la Argentina. Las cifras alarman a la Casa Rosada, que mira con preocupación el cansancio social, la falta de cuidados sanitarios y el aumento de la ocupación de las camas de terapia intensiva. La cartera sanitaria indicó que son 3639 los pacientes con COVID-19 internados en Unidades de Terapia Intensiva (UTI). La ocupación de estas camas adulto a nivel nacional es del 55,8%, mientras que, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), esa cifra asciende a 61,6%.
La Argentina no solo entró en la segunda ola de coronavirus sino que los últimos números de positividad en el país son preocupantes: más del 60% de los casos se concentran en el AMBA, que vuelve a convertirse en el área en rojo del mapa de COVID-19.
Este último dato es el que motivó el encuentro que este sábado mantendrán el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en la Quinta de Olivos. El líder de Juntos por el Cambio irá a la reunión con dos premisas: mantener la presencialidad en las escuelas y evitar cierres bruscos de la economía.
Larreta está convencido que se debe buscar una alternativa para reducir la circulación sin afectar la economía y evitar un cierre de actividades tras un 2020 que dejó secuelas económicas que aún no sanan. Otra de las cuestiones que planteará el dirigente porteño es incrementar el flujo de vacunas a la Ciudad, que tiene capacidad instalada para incrementar la campaña de inmunización. En el encuentro se podría definir un límite al número de reuniones sociales y restricciones horarios a determinadas actividades. Todo es materia de análisis.
(Fuente: TN)