Los efectos de la crisis económica agravada por la pandemia y las subas de las tarifas de combustibles siguen impactando fuerte en la economía doméstica. Esto queda demostrado en una comparación que parte de tener en cuenta que en abril del 2020, con un precio del litro de la nafta súper a $58,03, llenar el tanque de un auto con capacidad de 56 litros, una sola vez al mes, costaba $3.249,68, es decir que insumía el 8,5% de un salario promedio en la provincia, en este caso de un empleado de comercio, que ganaba $38.000 limpios. Un año después con el litro del mismo combustible a $91,80, para cargar el tanque hacen falta $5.140,80, un 58,19% más. El ingreso del mismo trabajador, en cambio, pasó a $51.000, de acuerdo a los últimos acuerdos en el sector, con lo que la variación fue muy inferior, del orden del 34%.

Sacando en limpio las cuentas, mientras que el combustible en un año se incrementó el 58,19%, el haber del empleado tuvo un aumento muy inferior, de apenas el 34%. En la práctica, para llenar el tanque para ir a trabajar, tendrá que destinar un mayor porcentaje de su ingreso que un año atrás.

A los efectos de este cálculo se tuvo en cuenta el valor del litro de la nafta súper de la petrolera estatal YPF, que es la mayoritaria del mercado nacional. En cuanto al sueldo, corresponde al de un vendedor, sin antigüedad, del rubro comercio, de acuerdo a información proporcionada por el Sindicato de Empleados de Comercio. El trabajador, en mano, cobraba en abril del año pasado unos 38.000 pesos y con los acuerdos alcanzados hasta el momento, pasó a unos 51.000 pesos, incluyendo presentismo.

La suba de los combustibles se ha convertido en un gran problema por los efectos que tiene sobre el resto de los precios de la economía en general, tales como alimentos, fletes y costos del agro, entre otros.

El último incremento de las tarifas tuvo lugar el sábado de la semana pasada, de un 6% promedio en todo el país, como parte del sendero de recuperación trazado para el trimestre marzo-mayo por la petrolera de control estatal y que vienen siguiendo el resto de las compañías con sus particularidades regionales, según dio a conocer la agencia Telam.

Como YPF tiene una participación de mercado superior al 55% en el segmento minorista de combustibles, las subas de la compañía marcan el ritmo de recuperación de precios para el sector, que totalizarán el 15% entre marzo y mayo.

En marzo, las principales petroleras concretaron un incremento en los surtidores del 7% promedio, una decisión que incluyó el componente impositivo y la recuperación de los márgenes de las compañías.

En consecuencia, este fue el segundo de los tres aumentos que implementa YPF para alcanzar el 15% de suba anunciada y, se estima que a partir de entonces no volverá a actualizar el precio en el resto del año, salvo condiciones imprevistas.

De esta manera, desde el 19 de agosto del 2020, cuando se decidió un incremento en los combustibles tras 10 meses de congelamiento por la emergencia económica y sanitaria, se ha registrado una sucesión de aumentos que acumulan alzas en torno al 50% de acuerdo al producto, la marca y la región.

El del sábado pasado fue el quinto aumento en lo que va del año, luego de los concretados el 5 de enero del 2,9% y el 16 de enero en un 3,5% promedio, como parte del reacomodamiento del componente impositivo de los combustibles, y del nuevo sendero de recuperación mensual de precios de los biocombustibles.

El tercer aumento se produjo el 1 de febrero cuando se aplicó el incremento de biocombustibles con alzas de 1% en naftas y del 1,9% en gasoil, y el cuarto movimiento de precios el 16 de marzo con un alza promedio del 7%.

Mientras tanto, queda demostrado que el aumento de los salarios no ha seguido el ritmo de incrementos de los combustibles, con lo que la población sigue perdiendo poder adquisitivo con respecto a las otras variables de la economía. Y San Juan no es la excepción.

 

Tarifas

15  Es el porcentaje de incremento de las naftas previsto por la petrolera estatal YPF para el período de marzo a mayo. Ya van dos subas.

 

  • Entre las más caras

De acuerdo a un reciente informe publicado por el diario La Nación, la Argentina ya se ubica en el quinto lugar de los países de Latinoamérica con los precios más caros de las naftas. Así, llenar el tanque en el país significa realizar un desembolso mayor que en Paraguay y Colombia, entre otros países de la región.

De acuerdo con el listado que realiza Global Petrol Prices, el precio medido en dólares de la nafta en la Argentina es uno de los más elevados de la región medido en la divisa estadounidense.

El precio más alto en los surtidores lo encabeza Uruguay, con un promedio de US$ 1,291 por litro para las naftas, seguido por Chile (con US$ 1,12) y México, que registró un valor de US$ 1,003. En cuarto lugar se encuentra Perú, con un valor que gira en torno a los US$ 0,98.