El caso Casposo. La mina calingastina terminó su productividad, cerró y despidió a todos los trabajadores. Pero, tal como anticipó DIARIO DE CUYO, hay un proyecto para volver a explorar este año, con la expectativa de que el emprendimiento regrese a la actividad.

 

Sin estar ajena a la crisis laboral y financiera que atraviesa el país, la actividad minera sanjuanina logró consolidarse como una de las pocas industrias que puedo sostener el nivel de empleo durante el último año. Las cifras de CAEM (Cámara Argentina de Empresarios Mineros) indican que en 2018 la provincia de San Juan empleaba 9.770 personas de manera directa, niveles que se mantienen en 2019 gracias a las tareas de ampliación del valle de lixiviación de Veladero, las reformulación de la mina Gualcamayo y las grandes inversiones realizadas por el sector calero. A continuación, la entrevista exclusiva del ministro de Minería con Cuyo Minero.

 

“La minería sigue traccionando la economía de la provincia y mantiene los niveles de empleo en un contexto económico que afectó puestos de trabajo en otras industrias”.

-¿La actividad minera local ha sido a su entender una de las industrias que ha podido sostener el empleo en un contexto laboral y económico sumamente adverso?

-Sin olvidar la grave situación laboral que pasamos con Casposo, podemos decir que el empleo en la minería sanjuanina se ha mantenido, incluso puede que crezca temporalmente en relación al año anterior por la ampliación de la fase 6 del valle de lixiviación de Veladero. No hay que dejar de destacar que la reformulación y trabajos que se están realizando en Gualcamayo en búsqueda de carbonatos profundos y la inversión del sector calero, con Calera San Juan a la cabeza (adquirió hornos de última tecnología), han sido muy importantes también en materia de generación de trabajo. 

-¿Las expectativas de la minería local hacia los próximos años se asientan en la puesta en marcha de un proyecto cuprífero o en las tareas de ampliación de las minas existentes?

-La minería no escapa a la realidad general del país, sobre todo la minería no metalífera. Si se retrae la obra pública nacional, inmediatamente se nota en la venta de cales locales. Y si se producen algunos problemas de carácter cambiario y/o de costos, se complica mucho la ecuación rentable metalífera. Ni hablar si tenés problemas de financiamiento. Entonces yo vislumbro una vida mucho más larga de Veladero y la posibilidad de extender la vida útil de Gualcamayo. Trabajar fuertemente en lo que tenemos funcionando. Y apostar a poner en marcha un proyecto de cobre-oro hacia 2025 para que exista el recambio necesario que precisa la industria.

-En la última entrevista con CUYO MINETO usted dijo que se trabajaba para que en 30 meses se pusiera en operación un proyecto de cobre en San Juan, que en los papeles era Los Azules. ¿Esto sigue siendo así?

-Debemos ser muy cautos y cuidadosos al hablar de tiempos, sobre todo en un contexto internacional marcado por la baja del valor de los comodities y las decisiones políticas de volver a establecer medidas como las retenciones, que retraen las inversiones. Como dije, estamos trabajando para un recambio hacia 2025, las señales van todas orientadas en el sentido de poner en funcionamiento un proyecto de cobre-oro. La empresa a cargo del proyecto Josemaría nos hizo su presentación el pasado mes de enero para abrir el proceso de pre-factibilidad, eso quiere decir que esta compañía está trabajando fuertemente para la concreción del mismo.

“Josemaría ya nos hizo su presentación de pre-factibilidad, vislumbramos que podemos contar con algún proyecto nuevo de cobre-oro funcionando para 2025”.

-¿El nivel de inversiones en materia de exploración en San Juan  también se mantendrá en comparación con la temporada pasada?

-Las cifras de inversión venían con una muy buena proyección hasta que nuevamente aparecieron las retenciones. Esta temporada o año vamos a estar de nuevo en las cifras de la temporada pasada, las cuales rondaron los  57 millones de dólares. Nos encantaría tener filas de inversores tratando de desarrollar los proyectos sanjuaninos, hay muchos interesados pero también van mirando que es lo que va pasando a nivel macro. Esto es un condicionante muy importante, entonces hay que sostener lo que hay  y tratar de potenciarlo lo más que se pueda. Creo que la presencia de Veladero en la zona del  Valle del Cura puede contribuir mucho en el desarrollo de otros proyectos cercanos donde existen zonas mineralizadas, esto va a  resultar fundamental para la minería. 

-¿Entonces las inversiones seguirán demorándose en llegar para acercar los proyectos a  etapa de factibilidad y generar más mano de obra local?

-En primer lugar teóricamente las inversiones iban a llegar el 11 de diciembre del año 2015, eso es lo que proponía un modelo económico nacional que teóricamente estaba basado en el desarrollo de las economías regionales, generación de puestos de trabajo, grandes inversiones, etc. Esto finalmente nunca sucedió. También vale aclarar que hay cuestiones básicas que resolver como el sistema tributario, el cual no nos hace ser competitivos a nivel regional. Si a todo eso le agregamos la incertidumbre que genera a nivel internacional la ley de glaciares, formamos un cóctel no muy alentador. 

Pero más allá de todo eso, la minería sigue traccionando la economía de la provincia. Un año puede que represente el 76% de las exportaciones y que otro año sea el 70%, pero siempre estamos hablando sobre estos valores. Detrás de esta gran cifra hay inversión, hay generación de empleo y desarrollo de proveedores locales. 

“Existe una fuerte decisión por parte de algunas empresas en seguir invirtiendo en la minería sanjuanina, más allá de la difícil situación que atraviesa el país”.

“Hay mucha especulación en el mercado internacional para entender qué va a pasar en los próximos años con la demanda mundial de minerales”.

-¿En este contexto nacional  marcado por la crisis económica y laboral, el mercado internacional también tuvo problemas con el valor de los metales?

-Sí, claramente el  mercado internacional tuvo una fuerte retracción en el valor de los metales. Cuando se habla de la época de esplendor de la minería, justamente abarcamos el mega ciclo de los metales, que termina en 2012 con precios de los comodities a más de 1.800 dólares la onza de oro. En ese contexto, había mucho interés y mucho movimiento y aceleración por parte de los inversores. Ahora venimos de precios de menos de mil dólares la onza y actualmente recién están a un poco más de 1.300 dólares. Entonces hay mucha especulación para tratar de entender qué va a pasar en los próximos años a nivel de demanda mundial. Hay especulación para determinar si existirá algún movimiento que acelere el precio de los comodities de manera que logre  generar un equilibrio entre el costo de producción y la rentabilidad que persigue  cualquier inversor.