La industria de la movilidad vivirá el 6 de marzo de 2018 un hecho que sentenciará el comienzo de una nueva era. Previamente había intentado emprender una conquista de los mares con vehículos anfibios en una promesa ineficiente y desproporcionada. Esa búsqueda viró hacia nuevos caminos vírgenes: la industria elevó la mirada y encontró en la inmensidad del cielo una solución y una oportunidad.
El 6 de marzo de 2018 se presentará el primer auto volador de producción en serie de toda la historia de la humanidad. La compañía holandesa PAL-V se posicionó primera en la carrera de proyectos por extender la utilidad de la infraestructura de las ciudades hacia las nubes. Reveló que en el próximo Salón del Automóvil de Ginebra exhibirá el Liberty, el primer modelo de fabricación real de un auto volador. La presentación estará respaldada por toda la información técnica que amerite el lanzamiento de un instrumento tan rupturista como el de un auto que vuele.
El anuncio es un paso histórico hacia la conquista del cielo y la proliferación de los modos de desplazamientos interurbanos, pero no el último ni el definitivo. La marca espera que el proceso de certificación y homologación garantice la seguridad de la unidad y autorice de manera fehaciente la libre circulación del Liberty tanto en la calle como en el aire. El plazo previsto es el año próximo. “Una vez que se conceda la certificación completa, en 2019 entregaremos las llaves del PAL-V Liberty a nuestros primeros clientes”, reconoció Robert Dingemanse, consejero delegado del fabricante.
En febrero de 2017 abrió las reservas para la compra de sus dos primeros modelos: la firma admitió pagos de preventa de 2.500 dólares para los primeros autos voladores comerciales. El Liberty Sport es la versión estándar y el Liberty Pioneer Edition es una serie limitada con mejor calidad de materiales: cuestan 400 mil y 600 mil dólares, respectivamente. Los compradores deberán presentar licencia habilitante para conducir autos y una licencia de piloto. Los que ya hayan reservado la unidad se ganaron el derecho a tomar diez clases de vuelo en zonas residenciales a la espera de la habilitación definitiva y la entrega del primer auto volador.