Los equipos de rescate localizaron hoy con vida a los doce escolares y su monitor de fútbol que se extraviaron en una cueva en un parque natural en el norte de Tailandia el pasado 23 de junio.

 

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, afirmó que los doce menores, de entre 11 y 16 años, integrantes de un equipo de
fútbol, y su entrenador, de 26, fueron localizados cerca de una isleta en el interior de la cueva.

 

‘Nuestra primera misión ha sido completada‘, indicó Narongsak a los periodistas, según el diario Bangkok Post. Las autoridades han divulgado una fotografía en la que aparecen tres de los menores y el entrenador sonrientes y sin camiseta mientras se iluminan con una linterna en el interior de la cueva.

 

Las tareas de búsqueda han mantenido en vilo al país durante más de una semana en la que los familiares no se han separado de la gruta y numerosos tailandeses han expresado su apoyo a través de las redes sociales.

 

El grupo ha sido encontrado tras varios días de intensa búsqueda en la cueva de diez kilómetros de largo que está parcialmente inundada con ayuda del Ejército tailandés y expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, entre otros.

 

Desde que se diera la voz de alarma, unos 1.300 efectivos han participados en las tareas de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la norteña provincia de Chiang Rai.

 

El principal impedimento son los numerosos estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.

 

Los equipos han utilizando unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, unas tareas que se han visto dificultadas por el temporal de lluvia que azota la región y problemas mecánicos.

 

Según la versión oficial, los desaparecidos se internaron el 23 de junio en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad e impidió su salida.

 

Ante la dificultad del acceso subterráneo, las autoridades también rastrearon la densa jungla de la montaña en busca de entradas alternativas a la gruta.

 

En una de las tentativas, los miembros lograron bajar unos 40 metros de profundidad, pero no hallaron rastro ni rastro del grupo a pesar del despliegue con drones con cámaras térmicas y perros de rastreo.

 

El viernes, el operativo decidió lanzar desde los huecos encontrados por la montaña ‘paquetes de emergencia‘ con alimentos y objetos para la supervivencia, además de un mapa y cartas de familiares que pedían ‘devolver (a través de la corriente) el mapa con el lugar marcado donde se encuentra‘ el grupo.

 

El primer ministro de Tailandia, el general Prayut Chan-ocha, se trasladó el pasado viernes a la zona para dar ánimos a las familias de los afectados y expresar su apoyo a los miembros de los equipos de rescate.

 

‘Son atletas, ellos son fuertes‘, dijo el mandatario, en referencia a los desaparecidos. Las autoridades mantienen a los familiares resguardados en una zona protegida para evitar el acoso de los decenas de medios de comunicación que informa y retransmiten, algunos en directo, los
operativos.

 

Grupos de monjes budistas también han organizado ceremonias religiosas en la entrada de la cueva, y en otras partes a lo largo del país, en las que se elevaban plegarias con la esperanza de que fueran rescatadas las 13 personas.

 

Los guardabosques que activaron la misión de emergencia se toparon con bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos
en la entrada de la cueva.

 

En esa primera exploración, en la que se internaron unos 3 kilómetros en la guarida y observando la súbita crecida de las aguas, los oficiales decidieron dar marcha atrás y avisar a los equipos de rescate.