
Señor director:
El 17 de febrero de 1948 fallecía Enrique Finochietto, notable médico cirujano argentino que, entre otras cosas, creó novedosos sistemas de pinzas quirúrgicas, hoy usados en todo el mundo. Nacido en Buenos Aires en marzo de 1881, en 1897 ingresó en la Facultad de Medicina y en 1904 ya estaba encargado del Servicio de piel y enfermedades venéreas del Hospital Rawson. Luego de tres años de viajes por Europa, realiza en la Argentina endoscopías y cirugías de tiroides. Tras ello, comienza a estudiar dibujo técnico para idear sus propios instrumentos. En 1918 vuelve a viajar a Europa, donde se hace cargo del Servicio de Cirugía del Hospital Argentino en París, para atender a los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial. Sus historias en el quirófano se hacían más y más conocidas y los diarios no paraban de nombrarlo, referente en la Medicina de la época y que trascendería fronteras. El 19 de marzo de 1947 sufrió un episodio cerebral del que no se recuperara jamás. Postrado y semiparalizado, todavía tenía fuerzas para explicarle a su enfermera la forma en que le dé las inyecciones para que el dolor sea mucho menor. Murió a los 66 años. El doctor Finochietto, como Favaloro y tantos otros, inspiran a los jóvenes profesionales de la medicina argentina.
