Creatividad. Daniel Lorente no sólo construyó un ajedrez gigante para usar con los alumnos, sino también uno temático sobre el Cruce de los Andes.

 

Está convencido de que la práctica de ajedrez puede ser útil para que los niños aprendan a enfrentar y superar situaciones problemáticas. Quiso corroborar su teoría y salió a enseñar gratis este deporte en las escuelas. Se trata de Daniel Lorente, residente de la Biblioteca Popular Patriota Nóveles, de Rawson, que les enseña gratis esta disciplina a alumnos primarios de 6, 10 y 11 años para que aprendan matemáticas con mayor rapidez y a pensar antes de actuar.

La prueba piloto tuvo lugar en la sede de la biblioteca. Fue allí donde comenzó a dictar los talleres gratuitos de ajedrez para niños. Fue tal la demanda que decidió ampliar la oferta. "A estos talleres venían sólo los sábados y les resultaba poco, tanto a ellos como a los padres. A los chicos porque se entusiasmaron mucho con el aprendizaje, y a sus papás porque era mantenerlos alejados de los ciber. Fue así que decidimos llevar la práctica de ajedrez a las escuelas primarias de Rawson, con las autorizaciones correspondientes", dijo Lorente.

El objetivo principal fue fomentar en los chicos el hábito de la lectura a través de este juego de mesa. Pero en la marcha surgieron otros puntos para reforzar con la práctica del mismo. "Vimos cómo los chicos con el ajedrez aprendieron a permanecer concentrados por más tiempo, a realizar hipótesis y cálculos, a evaluar varias opciones y a manejar términos como diagonal y paralela. Gracias a esto, los docentes notaron como los chicos mejoraron su rendimiento en matemáticas y apostaron a continuar con su práctica en clase", agregó.

El joven contó que algunas maestras decidieron comprar un par de tableros para que sus alumnos continuaran con la práctica de ajedrez, aún durante los días en que no contaban con el asesoramiento de los miembros de la biblioteca. Es que ellos asisten dos días a la semana a las escuelas para enseñarles este deporte a los chicos. Tarea que superó sus expectativas.

Lorente dijo que con el avance de las clases, los alumnos también aprenden cómo el ajedrez mejora diferentes áreas de su vida.

Sostuvo que en primer lugar les ayuda a desarrollar un pensamiento crítico lo que les permite evaluar entra varias opciones para resolver un problema. También aprenden que una mala decisión puede arruinarles la partida y la vida. "Tratamos de que los chicos aprecien el simbolismo del ajedrez sobre todo para que eleven su autoestima. Les mostramos como el peón, un individuo simple, puede convertirse en un elemento de gran valor a medida que avanza superando los obstáculos. Y ellos lo entienden", dijo el bibliotecario.