Ante la proximidad de la cosecha de uvas comunes y la incertidumbre en cuanto a los precios que pagarán los industriales, la Federación de Viñateros salió a advertir a los productores que no entreguen las uvas sin contar antes con un precio base, que se pueda reajustar posteriormente en base al mercado, y las condiciones de pago que hará la bodega.

 

‘’Incluso sería mejor firmar un precontrato, como se hacía años atrás, una práctica muy útil que quedó en el olvido pero que creo que el Gobierno debería obligar a retomar, y aforar luego el documento en la Bolsa de Comercio’’, dijo Jorge Robledo, secretario de la entidad que prepara un comunicado este fin de semana para divulgar entre sus asociados. ‘’No se tienen que apurar y malvender la uva’’, dijo Robledo quien destacó que la cosecha en San Juan (y en Mendoza también) viene ‘muy escasa’ por culpa de las heladas tardías que mermaron los racimos de cerezas y criollas, y por la ola de calor del mes de enero, que ha provocado que el grano de esas variedades gruesas se queden más chicos por la deshidratación.

 

Respecto a los precios para esta temporada, el productor agregó que las uvas comunes y blancas tienen un costo de producción de entre 3,50 y 4 pesos el kilo, por lo que ‘no es posible aceptar un precio inferior, como los 2,70 pesos que se insinúan en algunos sectores’’. Robledo aseguro que el viñatero este año ‘’debe ir por 3 o 3,50 pesos por kilo de uva, como mínimo’’. Agregó que respecto a las variedades de uvas blancas Chardonay, Torrontés o Pedro Giménez se seguirá insistiendo en que el industrial no las tome como comunes, ya que con ellas se elaboran bases para los espumantes que se venden en el mercado con un precio ‘muy superior’ al de los vinos comunes.

 

La Federación decidió que realizará reuniones en los departamentos -ayer a la noche tocó en Caucete- para hablar con los viñateros estos temas. Además concurrirán a la asamblea que prepara la entidad amiga, la Asociación de Viñateros, el próximo jueves.