Al menos dos delincuentes aprovecharon que nadie los veía, entraron a una casa de Chimbas y se llevaron una especie de caja fuerte que tenía al menos $500.000 entre efectivo y cheques, según las propias víctimas.
El golpe ocurrió pasadas las 10 de ayer, en una casa ubicada en el Lateral Este de Ruta 40, metros al Norte de Benavídez, en Chimbas, propiedad de Alfredo Cerdera (56). Al lado de la vivienda el hombre tiene una agencia de autos usados y ayer a esa hora se encontraba en ese lugar. En el fondo de la casa además estaba un empleado suyo lavando un auto.
Sin embargo, a los ladrones nada les importó. Según la versión policial, primero corrieron el portón, luego caminaron hasta la puerta de ingreso de la propiedad y como sólo se abre por adentro, metieron la mano por una ventana lateral y así consiguieron hacerse paso al interior.
Los ladrones andaban en moto y huyeron en contramano.
Después fueron hasta una habitación y de un placard sustrajeron la pesada caja de metal que Cerdera utilizaba para guardar cosas de valor. Las víctimas evitaron precisar qué cantidad de dinero había en efectivo y cuánto en cheques, pero estimaron que la cifra que se llevaron ronda el medio millón. También había documentación y las llaves de un auto, indicaron.
Tanto los damnificados como los investigadores están convencidos de que fue un golpe planeado, pues creen que no fue casualidad que días atrás la cámara de seguridad que filma el ingreso a la vivienda haya aparecido destruida, tirada en el piso. Y también la sospecha es que hubo un entregador, pues les resulta llamativo que los delincuentes fueron directamente al placard donde estaba esa especie de caja fuerte, casi sin tocar nada.
"Fueron directo al placard de la última habitación. Solamente sacaron unas cosas que había ahí como para hacer lío, pero no tocaron nada más. Adentro está todo impecable, han entrado directo, parece que sabían a lo que venían", dijo ayer a este diario Lorena, hija del agenciero.
Los pesquisas de las diferentes brigadas de investigación ahora trabajan con los registros de una cámara de seguridad apostada en el ingreso de la agencia de autos, mucho más lejos de la que había sido destruida. La tarea es difícil porque esa cámara apenas alcanzó a tomar cuando los sujetos abandonaban el lugar en una moto, en contramano por el Lateral de la Ruta 40.
"Te da bronca, ganas de matarlos, odio a los ladrones", se indignó ayer Lorena, mientras su padre hablaba con los investigadores.
Personal de la División Criminalística trabajó en el lugar recolectando huellas y otras pistas que ayuden a esclarecer el caso. Hasta anoche no había detenidos, dijeron fuentes policiales.