Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han causado un gran impacto en todas las actividades humanas. Con la irrupción de los dispositivos móviles, se ha acelerado un proceso profundo de transformación en la disponibilidad y el acceso al conocimiento. La educación, y particularmente la universidad, están interpeladas por estas nuevas tecnologías que utilizan frecuentemente tanto los alumnos como los docentes para el funcionamiento de muchas actividades de su vida personal, pero aún es bajo su aprovechamiento con fines educativos.
Son muchas y variadas las posibilidades que brinda la telefonía celular y han simplificado notablemente muchas actividades para las que antes se requería invertir mucho tiempo y dinero para resolverlas.
En nuestros teléfonos inteligentes podemos hablar o tener videoconferencias gratuitamente con personas en cualquier lugar del planeta, administrar nuestras agendas, preparar una presentación, ver televisión, mandar mensajes a nuestros conocidos, sacar fotos, grabar imágenes, distraernos con juegos, leer diarios, revistas y libros digitales, tener la hora exacta y la posibilidad de colocar alarmas y recordatorios, navegar por Internet, orientarnos con GPS para llegar a cualquier lugar del mundo con la indicación de qué transporte hay que tomar, gestionar nuestras redes sociales, llevar registro y control para nuestra salud, trabaja o estudiar a través de él y tener el acceso a casi todo el conocimiento de la humanidad literalmente al alcance de nuestras manos. Y eso es muy bueno y su utilización es una gran oportunidad de crecimiento para todos los seres humanos.
Pero su uso también nos ha llevado a tener ciertos comportamientos que pueden generar conductas desordenadas y obsesivas.
Para identificarlas se han creado nuevos términos que describen algunas de estas prácticas.
La palabra "Fomo" se refiere al deseo obsesivo de una persona de estar siempre conectado con lo que los otros están haciendo a través de las redes sociales porque tiene miedo de perderse algo interesante o emocionante. En psicología se la trata como una patología que se expresa como aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente.
La "nomofobia" es el miedo (irracional) a que por alguna razón fortuita no tener el móvil por algún tiempo o estar incomunicado a Internet. Algunas investigaciones indican que más del 50 % de los usuarios de celulares padece de esta ansiedad.
El "vamping" es el fenómeno de utilizar aparatos electrónicos durante la noche. Una práctica que es realizada mayormente por adolescentes que ven por esta razón afectado su descanso y rendimiento durante las horas del día.
Un "smombie" es una persona que camina por la calle despacito y sin prestar atención a lo que sucede en su entorno porque está profundamente concentrado en su celular. Esta es una práctica muy peligrosa que frecuentemente es causa de graves accidentes de tránsito.
El "ningufoneo" o "phubbing" es el acto de ignorar a una persona y al propio entorno por concentrarse en la tecnología móvil. Es una práctica muy común también entre adolescentes pero cada vez más se encuentra entre personas adultas y en muchas parejas que por estar tan concentrados en sus celulares terminan ignorando a las personas que están a su lado.
Cómo toda conducta exagerada, estos comportamientos deben ser corregidos para que no se conviertan en adicciones.
Por eso es necesario que nos preguntemos: ¿Tengo alguna de estas dependencias? ¿Qué debería hacer para corregirla? ¿Cómo sacarle el mayor provecho a mi celular? ¿Qué cosas podría hacer con el celular para mejorar mi trabajo o mi estudio?
Por Gustavo Carlos Mangisch
Director de Innovación y Calidad en Educación del Espacio
Excelencia y de la Maestría en Nuevas Tecnologías (UCCuyo)