Bien arriba. Maradona es consolado por Tarantini tras ver la roja.

 

El Mundial de España llegó con mucha expectativa, sin embargo, la crisis hizo eco en el ánimo de la gente. Los cafés, lugares de encuentro.

La Selección venía de ganar su primera Copa del Mundo y Diego Maradona era la estrella. Condimentos suficientes para generar expectativas en la gente durante el Mundial de España ’82. Sin embargo, el país y la provincia vivían momentos difíciles. Con el fin de la guerra en pleno inicio de la competencia y la vitivinicultura en declive, las sensaciones eran encontradas.

El 13 de junio, Argentina debutó y sufrió una derrota frente a Bélgica, por 1 a 0. Dos días después, el gobierno de facto, informó el retiro de las tropas argentinas de las Islas Malvinas, dando por finalizado el combate.

 

El Pelusa y una pirueta de chilena.

 

Los partidos avanzaban y simultáneamente la situación política del país se complicaba. Leopoldo Galtiere había renunciado a la presidencia días antes de la victoria de Argentina ante Hungría por 4 a 1, y no había acuerdo para definir quién ocuparía su lugar. En paralelo,el exmiembro de la junta militar, Emilio Massera, anunciaba que el país estaba "al borde de la quiebra" y la gente seguía pensando en qué había sucedo realmente en las Islas cuando comenzaban a llegar los excombatientes.

En ese contexto, en San Juan muchos estrenaban televisores a color para ver el Campeonato del Mundo. A su vez, los cafés de la calle General Acha frente a la plaza 25 y los clubes del fútbol local eran epicentro de reunión de los hinchas. En esos espacios, muchos fueron espectadores de la victoria Argentina ante El Salvador, que le permitió lograr la clasificación para renovar las esperanzas.

Mientras los gobernadores de San Juan y Mendoza se reunían para implementar medidas con el fin de sacar del pozo a la vitivinicultura, considera la industria madre de ambas provincias en ese momento, Argentina perdía 2 a 1 ante Italia y quedaba casi sin posibilidades. La salida se concretó tras la derrota frente a Brasil por 3 a 1, el mismo día en que Bignone asumía a cargo del gobierno con el fin de iniciar la "transición".

 

Los gobernadores de San Juan y Mendoza, Leopoldo Bravo y Bonifacio Cejuela, trataban de buscar una solución a la crisis vitivinícola.