El turismo receptivo en nuestro país creció este año considerablemente, en relación a 2016, de la misma forma que lo hizo el nivel de consumo de los turistas extranjeros que llegaron a la Argentina y que alcanzó un 40% más respecto a septiembre del año pasado. Pero a pesar de esta mejora, el peso de este turismo sigue siendo inferior al de los argentinos que viajan al exterior, por lo que habrá que trabajar más arduamente en equilibrar esta balanza turística que por ahora resulta desfavorable para el país. Por cada dos turistas que llegan al país, tres argentinos viajan al exterior. Esto provocó que el año pasado llegaran más de 2 millones y que salieran algo más de 3 millones. Este año el comportamiento es similar, aunque se espera que mejore sensiblemente en el último trimestre por ser la época de mayor afluencia de turistas.

Según datos del Indec, el turismo receptivo experimentó una considerable mejora que viene desde el año pasado. Un informe del organismo de estadísticas y censos determinó que la mejora se viene observando, prácticamente, todos los meses desde septiembre del año pasado, debido a los incentivos que el Gobierno dispuso para atraer viajeros, entre los que figuran mejoras cambiarias que benefician a quienes nos visitan.

La devolución del 21% del IVA en la tarifa del alojamiento para los turistas que pagan con tarjeta de crédito, es otra de las acciones que han resultado efectivas, ya que se ha comprobado que parte del ahorro que se logra en los hoteles después se vuelca en otros consumos dentro del país.

El factor a equilibrar es la gran cantidad de argentinos que salen del país, que en el último año fue notablemente superior al número de turistas que ingresaron. Hay que trabajar por que haya una mayor cantidad de turistas extranjeros que elijan conocer la argentina promocionando cada uno de los atractivos que se cuenta en todo el territorio. Solo así se logrará equiparar el número de personas que salen con las que ingresan.

Se prevé que durante el verano este comportamiento no cambiará porque muchos argentinos se lanzarán al exterior, por el dólar atrasado, los altos costos internos, los pagos en cuotas y el aliciente de hacer shopping a precios muy competitivos y con una mayor oferta, sobre todo en Miami y Chile.