"El Gordo, como le decíamos todos, era un buen pibe. No se quedaba quieto, hacía de todo, un verdadero emprendedor. Un gordo loco que andaba por todos lados. Buena gente". Así describió Luis Corvalán a su amigo Walter Zurieta, el cordobés que murió el último lunes en la noche tras ser aplastado por el eje delantero del camión en el que había llegado a Los Berros, Sarmiento, a buscar cal. Zurieta era soltero, no tenía hijos y provenía de una familia de camioneros, aseguró Corvalán.
El accidente que derivó en la muerte de ese gran sujeto que pesaba unos 200 kilos ocurrió sobre las 18 del lunes, cuando la víctima pretendía poner en marcha el Fiat Iveco Eurocargo para regresar, pues ya estaba cargado. No pudo, y por eso se metió debajo para intentar darle arranque, indicaron en la Policía. Pero tampoco lo consiguió de esa manera y, para su desgracia, el vehículo se movió y el eje que conecta las ruedas delanteras lo aprisionó en la parte del pecho.
En un principio, lo que le pasó a Zurieta no llevó demasiada preocupación pues fue auxiliado y pudo salir por sus propios medios. Es más, hasta caminaba y hablaba con las personas que estaban allí, precisaron voceros policiales. Pero lo peor vino después. Es que, al parecer, tenía heridas internas que con el correr de los minutos le empezaron a pasar factura. Primero lo llevaron al microhospital de esa localidad, desde donde lo derivaron para una mejor atención al Hospital Rawson. En el camino, le pidió a un enfermero que llamara a su familia para avisar. Parecía todo normal, pero comenzó a empeorar y murió a las 23.
El caso es investigado en la subcomisaría Soria de Los Berros.