El presidente turco Recep Tayyip Erdogan  anunció el adelanto electoral para el próximo 24 de junio. El líder se anticipa así más de un año a la fecha en la que inicialmente debían celebrarse, en tándem, las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias de la era post referéndum, que darán paso a una presidencia ejecutiva casi inédita en la historia republicana turca.

 

La decisión llega poco más de 24 horas después de que quien probablemente será su socio de coalición, el líder del islamonacionalista MHP Devlet Bahçeli, solicitase públicamente comicios anticipados. “La situación en Siria y en otros lugares urge cambiar al nuevo sistema ejecutivo para adoptar pasos sólidos de cara al futuro de nuestro país”, se ha justificado Erdogan, tras confirmar haber alcanzado un acuerdo con el MHP.

 

A pesar de que el portavoz del partido de Erdogan, el gobernante AKP, haya matizado este miércoles que no ha habido una coordinación secreta entre su partido y el MHP para pedir elecciones anticipadas, y que en el ejecutivo “no hay nada decidido” respecto al anuncio del Presidente, la realidad es que raramente el Gobierno lleva la contraria a Erdogan, que volvió a liderar la formación después de la reforma constitucional aprobada en las urnas hace un año.

 

La fecha inicial anunciada de estas elecciones era el 3 de noviembre de 2019. Hasta hace pocos días, tanto Erdogan como el Gobierno se habían mostrado fríos y algo enigmáticos ante la posibilidad de un adelanto que, según algunos observadores, podría ofrecer una imagen de debilidad en el AKP, en el poder desde 2002. Pero, añaden estos observadores, las turbulencias económicas que algunos prevén para los próximos tiempos pueden haber influido en la decisión de convocar comicios anticipados, mediante una petición del MHP.

 

“Erdogan muestra su genio táctico de nuevo, pillando a todos con la guardia baja”, opina al medio turco Ahval Tim Ash, estratega en mercados emergentes de Blue Bay Asset Management. “El mercado lo adora…anticipando las elecciones reduce el período de incertidumbre en Turquía. Supongo que la esperanza es que el nuevo Gobierno, establecido a finales de junio, pueda abordar mejor algunos de los grandes retos a los que se enfrenta Turquía”.

 

“Se ha convertido en demasiado dificultoso alcanzar el 3 de noviembre con estabilidad y equilibrio bajo las circunstancias actuales”, dijo Devlet Bahçeli para explicar su decisión. Precisamente, si se aprueba la fecha del 24 de junio, los mayores damnificados podrían ser los rivales directos del veterano político. Según varios medios turcos, el IYI Parti, una escisión reciente del MHP crítica con su deriva hacia los brazos del AKP, podría tener prohibido concurrir a los comicios por no poder ajustarse a los plazos que fija la ley electoral.

 

De acuerdo con el periódico turco ‘Hürriyet’, Meral Aksener, líder del IYI Parti, ha anunciado su candidatura para evitar la reelección de Erdogan. “Seré candidata con cien mil firmas [de apoyo]”, ha declarado en rueda de prensa. “Se lo quiero decir a los agentes políticos, cualquiera que sea la ley que arguyan. No hay forma de amedrentarnos”. De forma similar se ha expresado Kemal Kiliçdaroglu, jefe de la oposición con el socialdemócrata CHP: “2018 será el año de la democracia. Estamos listos y venceremos”.

 

Fuente: El Mundo