Desde el 3 de junio y hasta el viernes 9 se lleva a cabo en México la 38va. edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), considerado uno de los más importantes de la región. Uno de sus apartados en competencia tiene como misión elegir al mejor film mexicano, que ocupa un lugar especial dentro de la competencia. El jurado que evalúa esta categoría, el Mezcal, es un seleccionado joven e internacional, compuesto por 16 estudiantes avanzados de escuelas de cine, comunicación y medios de diferentes países, que representan a distintas instituciones invitadas por la organización. Y uno de los integrantes de ese jurado, el único de Sudamérica, es sanjuanino. Se llama Emilio Sillero y representa a la Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica (ENERC) de Argentina. El joven de 21 años fue elegido primero por la Sede Cuyo y luego se impuso a estudiantes de las distintas sedes del país, por eso actualmente integra el tribunal junto a pares de México, Italia y Estados Unidos, algo que aún le cuesta creer.
"La verdad que al principio no me importaba llegar a ser parte del jurado, sino que me hubieran propuesto, que me tuvieran en cuenta, sobre todo porque no es que me inscribí yo, sino que me llamaron. Pero cuando quedé, dije "No puede ser, es muy bueno… Estoy muy contento, muy emocionado…. Es un honor ser parte, es una gran experiencia y eso es lo valioso’, expresó el muchacho que, ad honorem, desde el viernes pasado no solo ve y evalúa las 6 ficciones y 5 documentales presentados por realizadores experimentados y noveles, sino que, cada determinada cantidad de films, se reúne de manera virtual con el resto del jurado para evaluar lo visto hasta ese momento. El último debate, el más importante, será cuando hayan completado la totalidad de producciones. De allí saldrá el veredicto, que incluirá mejor director, actor, actriz y realizador.
"No hay ninguna bajada de línea. Seguramente todos tendremos intereses distintos, por nuestras historias, gustos, experiencias y demás, y el debate se dará con sus fundamentos. Pero daremos lo mejor de nosotros para hacerlo lo mejor posible, lo más objetivo posible y que gane el mejor, como se dice’, comentó Sillero, quien primero fue convocado por Ana Pelichotti, vicerrectora de la sede Cuyo, y luego sorteó la instancia nacional.
"El rector de la ENERC nos hizo una entrevista. Creo que eligieron por promedio, desempeño académico, compromiso con la institución, capacidad de análisis y crítica… Bueno, luego me avisaron que había sido elegido’, contó el futuro realizador, quien sueña con convertirse en guionista y director para contar sus propias historias, aunque también es un amante del análisis y la crítica cinematográficos.
"Yo entré a estudiar cine porque me puse a ver videos de análisis de películas y me encantaba (risas), pero a medida que avanzó la carrera me fueron gustando más cosas. Lo que más me interesa es qué tiene una película para decir, la visión del mundo que tiene para dar. Hay películas donde la parte técnica está muy bien, pero no lo que tiene para decir; y para mí lo fundamental es eso y a partir de ahí, qué mecanismos pone en funcionamiento para decir lo que tiene que decir, para dar su visión del mundo. Siento que analizarlas es entender cómo funcionan’, explicó Emilio, quien junto a sus compañeros de San Juan está cerrando la etapa del guión (a su cargo, como así también la edición de sonido) y empezando la preproducción de Tierra Yerma, su trabajo final, un cortometraje "que tiene una temática social sanjuanina contemporánea. La escribí pensando mucho en San Juan’. Claro que, con casi una docena de producciones que evaluar, esta semana estuvo un poco más abocado a FICG, su debut -y con el pie derecho- en este ruedo.
"Personalmente me encanta ver películas y analizarlas, así que esto es ideal para mí’, aseguró el futuro cineasta, entusiasmado con esta vivencia. "Es un festival internacional, uno de los más importantes de Latinoamérica y del mundo… Es una gran experiencia, me sirve un montón, porque el cine tiene mucho que ver con contactos, con gente que vas conociendo. Es un poco ir haciéndote ver, así que es muy bueno’, concluyó Emilio, cuyo nombre ya está impreso en la historia de ese festival, que promueve el "encuentro de jóvenes nacionales y extranjeros, generando futuros miembros de la industria cinematográfica’.