Si quedaba alguna duda sobre la existencia de un cortocircuito entre los jugadores del Chelsea y su entrenador, Maurizio Sarri, la derrota ante el Manchester City en la final de la Carabao Cup terminó de exponer los inconvenientes.
Cuando restaba un minuto para el final de la prórroga y el partido se encaminaba a los penales con el 0-0 en el marcador, el director técnico llamó al arquero suplente, el argentino Wilfredo Caballero, y le indicó que ingresase al terreno de juego en lugar de Kepa Arrizabalaga. El joven español que llegó al elenco inglés proveniente del Athletic de Bilbao había sufrido una molestia en una de sus piernas minutos antes, motivo por el cual el entrenador decidió no arriesgar en los penales y mandar a la cancha al experimentado argentino. Cuando el cuarto árbitro levantó el cartel indicando el cambio, Kepa estalló. Con gestos y gritos, el español le señaló al banco de los suplentes que se encontraba en perfecto estado y que no quería ser reemplazado. Mientras tanto, Sarri le contestaba con ademanes que no le interesaba lo que le dijera y que debía salir del campo cuanto antes. Los árbitros se miraban entre ellos y Caballero no podría entrar hasta que su compañero no saliese por su propia voluntad. El conflicto, que fue visto por todos los espectadores en Wembley y por millones de personas en el mundo, duró cerca de dos minutos.Finalmente, el partido continuó y Kepa defendió su arco durante la tanda de penales. El español le atajó el penal a Sané y casi le tapa el disparo al "Kun" Agüero.