La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune por la cual el sistema de defensas del cuerpo erróneamente lesiona partes propias en lugar de sólo atacar a los organismos externos como pueden ser virus o bacterias. En la EM se produce una agresión al sistema nervioso central (cerebro, médula y nervios ópticos), por parte de nuestro sistema inmunológico. Esta enfermedad afecta a gente joven en edad económica y socialmente activa.
En el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple que se conmemora cada 31 de mayo, diferentes instituciones como la Asociación Civil de Esclerosis Múltiple EMA y el Instituto Neurociencias Buenos Aires (INEBA) realizarán charlas y conferencias para concientizar sobre la enfermedad y los tratamientos más avanzados.
Esta patología es el resultado del daño a la mielina, la capa que protege las fibras nerviosas del Sistema Nervioso Central. Si la mielina se destruye, la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro se interrumpe, y este hecho produce la aparición de síntomas.
"Como la mayoría de las enfermedades auto-inmunes, es una patología que se da con mayor frecuencia en el sexo femenino, estableciendo una relación de tres mujeres por cada hombre afectado, y comienza generalmente en la segunda o tercera década de la vida. La causa de la enfermedad aún no está aclarada, aunque se sostiene la importancia de una predisposición genética individual que se suma a la exposición a un determinado factor ambiental aún no identificado", explica el doctor Fernando Cáceres, médico neurólogo especializado en EM y Director General de INEBA.
Esta enfermedad no tiene cura pero sí hay medicación para controlarla , atenuar o espaciar los brotes. De la mayoría de estos brotes, el paciente se recupera favorablemente. "Aunque es potencialmente discapacitante, los tratamientos han conseguido mejorías insospechadas. Casi todos los pacientes pueden desempeñar su vida sin inconvenientes mayores y toda la comunidad debe conocerla para ayudar a que esto sea así" afirma la Dra. Adriana Carrá, Directora Médica de EMA.
Se recomienda al paciente llevar una alimentación equilibrada y variada, reforzando la ingesta de fibra, vitamina D y calcio, realizar ejercicio físico moderadamente y evitar el sobrepeso, el alcohol y el cigarrillo.
Síntomas y diagnóstico
Si la enfermedad no se detecta a tiempo o se realiza un tratamiento equivocado, el avance de la esclerosis múltiple puede llevar a una discapacidad severa. De ahí la importancia de la atención temprana y de forma adecuada para poder prevenir la discapacidad en caso de que el paciente comience a padecer síntomas.
Entre sus síntomas se pueden enumerar visión doble, disminución de la visión, falta de fuerzas, alteraciones en la sensibilidad, falta de equilibrio, alteraciones esfinterianas, entre otras; aunque en los comienzos se suelen dar recaídas y remisiones, observándose síntomas varios y transitorios alternados con períodos de calma sintomática.
La Esclerosis Múltiple es hoy la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes, ubicándose detrás de las lesiones traumáticas de encéfalo y médula secundarias causadas por accidentes vehiculares.
Avances en los tratamientos farmacológicos
Desde la primera descripción de la enfermedad realizada por Jean-Martin Charcot en 1868 no hubo durante muchos años un tratamiento considerado eficaz. Recién en 1993, 125 años después, se consiguieron avances en una medicación que disminuyó la frecuencia de las recaídas y con ello bajó la acumulación de discapacidad en el paciente.
A partir de entonces y hasta ahora hubo una verdadera explosión positiva de nuevos medicamentos llegando al momento actual con 12 drogas aprobadas en el mundo para el tratamiento inmunodulador de la EM en recaídas y remisiones. En este contexto, el horizonte futuro es alentador: hay al menos 250 protocolos de investigación en curso buscando nuevas alternativas farmacológicas para tratar esta afección.
"Actualmente el espectro terapéutico se ha ampliado ya que se han aprobado los primeros medicamentos para las formas "primarias progresivas" de la enfermedad (la forma más agresiva de la misma) que hasta hace unos meses no tenía tratamiento alguno, así como también se está desarrollando la nueva línea de drogas re-mielinizantes, es decir, medicamentos que favorecen el mecanismo reparador de las vías nerviosas dañadas por la enfermedad", indicó Cáceres. Y añadió: "El uso de estas drogas en el tratamiento es algo muy novedoso porque en la EM se podría decir, siendo muy gráficos, que es como si se pelaran los cables y estas drogas lo que hacen es volver a formar la cobertura de esos cables dañados".