Ni bien se cruza el río Castaño, el paisaje se torna verde por causa de la vegetación, sobre todo por diversas variedades de árboles. A mano izquierda y a lo lejos se pueden ver algunas casas que forman un barrio. A la derecha, un cartel que indica su presencia a pocos metros. Detrás de esos árboles, en medio del silencio que solo rompe una suave brisa del Sur, se yergue el edificio de una escuela. Es la Alvarez Condarco, de la localidad de Villa Nueva, Calingasta, donde viven viven unas 100 personas. La institución es el bastión de la educación y contención social para los niños de esa localidad y de otros pueblos de ese departamento.

El plantel docente de la Escuela Alvarez Condarco de Villa Nueva, Calingasta

Desde la calle se nota una estructura moderna y que tiene conexión con internet. En su interior, las instalaciones brillan de limpias, ya sea en sus aulas, dormitorios, comedor, baños y demás dependencias. Casi medio día y ya está todo listo para hacer el acto oficial de inicio de clases para los 40 niños que viven en las cercanías. Mientras, se espera para algunos días más a los 20 chicos que se alojan durante toda la semana en lo que para ellos es su hogar y del cual no quieren irse cuando llega cada viernes. Es que los chicos son de Barreal, La Isla y de la Villa de Calingasta. Desde esos lugares son transportados a la escuela por el colectivo del municipio. Por otra parte, el inicio de clases para ellos depende de que lleguen las partidas de alimentos que tienen que enviar el Ministerio de Desarrollo Humano con el fin de elaborar las distintas comidas para los niños. A esta escuela asisten alrededor de 90 chicos a los niveles Inicial, Primario y Secundario. Llegan chicos que son hermanos entre sí y que viven en la escuela los mejores días de sus vidas, debido a que sus hogares son considerados problemáticos por distintos motivos. Hay quienes son protagonistas de casos judiacializados , como otros cuya situación de vulnerabilidad es extrema. Es decir, que forman parte de familias muy carenciadas. En ese contexto, la tarea del plantel docente es de vital importancia para los chicos que reciben sobre todo amor de madre, de familia, en definitiva, de hogar, además de formación educativa. Pero además, la escuela es el epicentro de las reuniones de los pobladores para tratar los diversos temas que son de importancia para todos. En medio de una situación económica y social difícil, en el pueblo, la comunidad educativa de la escuela Alvarez Condarco es el más claro ejemplo de como se hace patria en zona de frontera.

Por José Correa   DIARIO DE CUYO