En mayo pasado, la Escuela de Enología, tras una larga pelea legal, recuperó los terrenos de la esquina de calle Paula Albarracín de Sarmiento y Colombia, en Capital. En ese lugar vivían varias familias, desde hacía muchos años. Tras ese desalojo, parte de las edificaciones de la esquina fueron demolidas y otras no. Ahora, los vecinos de la zona se quejan porque dicen que el lugar se volvió un basural y que es una zona peligrosa. Ante este reclamo, este medio intentó hablar con las autoridades de la escuela, sin éxito.
Luego de 60 años de vivir en ese lugar, la familia Miranda-García debió devolver a la Escuela de Enología los 1.200 metros cuadrados ubicados en ese cruce capitalino. Se trata del predio en el que la familia había construido cuatro viviendas y cuatro negocios. Tras una larga puja, esta familia fue desalojada, y tras esa fecha, comenzaron los reclamos de los vecinos. Es que si bien el lugar tiene, en las noches, un guardia de seguridad, los vecinos aseguran que es "tierra de nadie".
La gente que vive en la zona dijo que este lugar en poco tiempo se volvió un problema y que además de la basura les da miedo que las edificaciones que hay en la esquina y que aún están de pie se vuelvan un "aguantadero".
"Cuando se fueron las familias que vivían ahí, el lugar quedó totalmente abandonado y ahora es un basural. Se ve gente que pasa y tira bolsas, escombros y hasta bolsas con hojas o ramas secas. Se ve feo y no queremos que haya ratas ni insectos por culpa de que eso está así de abandonado", dijo Laura Lucero, una mujer que vive en la zona y comentó, al igual que otros vecinos, que piden que aunque sea el lugar sea cerrado con alambrado para que no siga empeorando.
"Es que además de la basura el lugar es totalmente oscuro, y como quedaron esas casitas sin puertas ni ventanas nos da miedo caminar por esa vereda. Muchas veces tenemos que esperar muchos minutos para cruzar la calle, porque es muy transitada y se sienten ruidos que vienen desde adentro, porque hay chicos que usan esas edificaciones como baño", agregó Paola Paz, otra vecina de la zona. Mientras que algunos comerciantes, que no viven en el lugar, pero que están permanentemente cerca de esa esquina, contaron que entre sus clientes las quejas por el abandono de esa transitada esquina es diario. "Hay quienes hasta tiran los pañales de los niños en el lugar", dijo un vecino que no quiso ser identificado.
Antes
Cuando los Miranda-García vivía en el lugar, la esquina tenía una gomería, un lubricentro y varias viviendas, entre otras edificaciones. En ellas vivían varias familias.
Ahora
Tras el desalojo, el lugar quedó sin los negocios y sólo permanecen de pie unos departamentos y una casa, que no tiene ni puertas ni ventanas. Además, el terreno está abierto.
Una esquina que parece abandonada
En el terreno en cuestión aún hay edificaciones que no fueron demolidas y que están sin puertas ni ventanas. Esos lugares son peligrosos, según los vecinos, quienes se quejaron también de que en la esquina hay todo tipo de basura.
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PROTAGONISTAS
CARMEN BUSTAMANTE – Vecina
"El lugar está custodiado en las noches, pero igual da miedo, porque es un terreno muy grande y muchas veces no se ve qué pasa en uno u otro sector. Suele haber hasta botellas de cerveza rotas en la vereda".
LUCRECIA NAVARRO – Vecina
"Yo vivo a unas cuadras de esa esquina y paso todos los días caminando porque hago las compras ahí cerca y cuando es de noche da miedo cruzar esa parte. Eso, sin contar el olor que a veces sale del lugar".
NURIA MORENO – Vecina
"Hay veces que hasta los perros de la calle se meten a comerse la basura que tiran en el lugar. Parece que hay personas que traen hasta los residuos domiciliarios, porque en ocasiones hay feo olor".
LUCIO PONCE – Vecino
"Hace unos días un grupito de adolescentes salió desde adentro de las casas. Además de que no sabemos qué hacen ahí, es peligroso. Quizás se metan a jugar, pero hay tantas cosas, que pueden salir lastimados".