Nuevos reyes. Los españoles no se cansaron de festejar el campeonato mundial. Fue un sólido trabajo del conjunto ibérico.

 

Ganó el título que había perdido en el Mundial pasado. La corona, se podría decir, volvió a sus fuentes. Porque España es el equipo más ganador de los Mundiales de hockey sobre patines. Y ayer derrotó con lo justo pero merecidamente a Portugal por 2-1 en los penales luego del empate 3-3 en el tiempo regular y en el alargue y recuperó la corona que le había dejado a la Argentina en el Mundial de Francia 2015. Ahora, el nuevo campeón tendrá que defender la corona en su propio país, dado que los Juegos Mundiales del Patín 2019 serán en Barcelona.

En el inicio dentro de la lógica paridad de fuerzas, España siempre fue más que Portugal. A los 19 minutos, abrió el tablero. Fue Casanovas, con un tiro medio raro que dejó sin chances al bueno de Girao. Portugal quedó atontado. Y España lo aprovechó, porque siguió creando peligro y, antes del final de la etapa, sumó otro gol: Adroher.

Pero vaya si los portugueses tuvieron un lavado de cabeza en el entretiempo. Pasó algo parecido el día anterior ante Argentina y ellos, felices. Apenas comenzó el complemento, los lusitanos descontaron a través de Helder Nunes. Y a los 4 minutos ya estaban iguales, luego del tanto de Alves. España sintió el golpe y trató de reaccionar pero la historia ya era otra.

Lo que quedó gran parte del segundo tiempo fue pura emoción. Los dos con buenas defensas, pero ambos mostrando atrevimiento en sus ataques. Parecía tenerla más clara Portugal, porque le imprimía mayor velocidad a sus avances.

A los 10 minutos Ventura se mandó una dentro de su área y el árbitro argentino Costa no dudó en sacarle la azul y marcar el libre directo. Situación que España desaprovechó.

En los últimos 10 minutos el corazón latió con mayor intensidad. Apareció Edu Lamas que con una bomba logró vencer la resistencia de Guirao. Otra vez España arriba. Otra vez remar para Portugal. Y se hizo de ida y vuelta violento. Porque los lusitanos iban y los españoles contestaban con igual de peligro.

Con la capacidad de Ignacio Alabart y los movimientos precisos en grupo, los españoles le ponían paños fríos a la situación. A falta de 10 segundos España tuvo un libre para liquidar el partido. Lo ejecutó Marin y no sólo lo falló sino que hizo una infracción dura para merecer azul. A 4 segundos el que quedó a tiro de empate fue Portugal y Helder Nunes lo hizo cuando quedaba apenas un segundo. Alargue y más emociones. Tanto que de nuevo en el último segundo, Diogo Rafael estrelló un bombazo en uno de los palos del arco de España. De ahí a los penales. Y título para España por aquella lotería de siempre.