España cumplió hoy un mes desde el final del confinamiento por coronavirus, período en el que el nivel de contagios semanales, disparados en los últimos días por un masivo rebrote en Barcelona, se multiplicó casi por cuatro, hasta trepar a los 18.564 casos.
En cambio, en este lapso solo fallecieron 99 personas y 1.154 precisaron hospitalización, mientras que la gran mayoría de los casos son asintomáticos o de carácter leve, según últimos datos del Ministerio de Sanidad.
A pesar de esa menor virulencia de la pandemia, las autoridades nacionales y regionales se esfuerzan en controlar los 201 brotes conocidos en el país para evitar que la expansión del virus llegue a los niveles de marzo, cuando comenzó el confinamiento.
Por ejemplo, hoy se supo que los casos detectados en Barcelona en la semana que concluyó el domingo ascendieron a 1.230, más del doble respecto a los 536 de la semana pasada.
El Gobierno de la ciudad redujo hoy un 15% la afluencia en las playas locales y urgió a los usuarios a mantener la distancia de seguridad, después de que el pasado fin de semana aumentaran bruscamente los casos en la ciudad por la aglomeración de gente en los balnearios.
En otras ciudades o regiones se aprobaron nuevas restricciones, especialmente en el ocio nocturno, ante el fuerte incremento de contagios entre la población joven.
El Ministerio de Sanidad notificó hoy 529 casos positivos en las últimas 24 horas, con una reducción del 22% respecto a la víspera, citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
Casi la mitad de estos nuevos casos se registraron en las dos regiones más afectadas por los brotes de las últimas semanas: Cataluña y Aragón.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, reconoció ayer que le preocupaba "especialmente" la situación de esas dos regiones vecinas.
España es actualmente el décimo país del mundo con más contagios registrados, con 266.194, y la pandemia causó 28.424 muertes, muchas de ellas de adultos mayores en establecimientos geriátricos.
Mientras crecen los brotes, se multiplican las advertencias sobre las nefastas consecuencias económicas que tendría un segundo confinamiento.
Por ejemplo, el 70,3% de los trabajadores por cuenta propia cree que tendría problemas para mantener su actividad en caso de un nuevo confinamiento, y un 16,9% afirma tajantemente que significaría el cierre definitivo de su negocio, según un sondeo divulgado hoy por la Federación de trabajadores autónomos.
Especialmente grave es la situación del sector de la hostelería (bares, cafeterías y restaurantes), donde han vuelto algunos cierres en zonas afectadas por los rebrotes.