El idioma español, la lengua materna de 480 millones de personas en el mundo se afianza, sumando este año casi cinco millones más de hispanoparlantes. Es el idioma más gravitante en el mundo, después del chino en sus distintas variantes, de acuerdo al último informe del Instituto Cervantes que sigue de cerca esta evolución.
Desde los primeros rasgos del castellano que se remontan al siglo X después de Cristo, hasta el siglo XV que llega a América de la mano de los españoles, esta lengua ha permanecido en constante y permanente evolución.
Nuestro idioma ha tenido un crecimiento impulsado por la misma dinámica de los pueblos que lo hablan. El español ha logrado posicionarse a nivel internacional, de manera que ocupa el tercer puesto en cuanto al reconocimiento como lengua oficial en el ámbito de las Naciones Unidas y es el cuarto en la Unión Europea.
Según el Instituto Cervantes, el 2030, el 7,5% de la población mundial será hispanoparlante, alrededor de 535 millones de personas, muy por encima de otras lenguas como el ruso, el francés y el alemán. Es más, se estima que para 2050 Estados Unidos será el primer país hispanohablante del mundo, considerando que más de 20 millones de alumnos estudian al español como lengua extranjera.
En la era de las comunicaciones el español es la tercera lengua más utilizada en Internet y la segunda dominante en las principales redes sociales, Facebook y Twitter, aunque esta preponderancia ha puesto en alerta a la Real Academia Española por una dinámica comunicacional que lleva a tergiversar vocablos o a incorporar giros que empobrecen el idioma, como es el caso del lenguaje inclusivo que se pretende implementar en nuestro país y que ha sido rechazado de plano por las autoridades de la Real Academia Española. Esto se observa con abreviaturas y modismos en los mensajes de texto, más allá de las nuevas acepciones.
Se debe reflexionar, además, en que no basta gratificarnos al conocer el lugar que ocupa nuestro idioma por el número de habitantes que lo hablan. Lo importante es acentuar también los aspectos culturales, de manera que el español se destaque en importancia en el campo de la comunicación internacional y científica.
