El ciclismo en pista es uno de los deportes más espectaculares de los Juegos y ya en la primera jornada clasificatoria ha dejado probablemente la que será la imágen de la competición en Tokio 2020. Las caídas a altísima velocidad en este deporte son siempre espectaculares y en el escenario olímpico se magnifican ante el gran público. Que se lo digan si no a Alexander Porter, integrante del equipo de persecución australiano, al que se le ha roto el manillar sin previo aviso, mandándole varias decenas de metros por el suelo.


Por suerte, el competidor está en buenas condiciones físicas y en ese momento estaba al final del grupo de cuatro que conforma la prueba, evitando un más que posible efecto dominó con sus compañeros, que podría haber resultado fatal.

Lo que si van a tener que lamentar es la pérdida de cualquier opción en la lucha por el oro o la plata, metal que consiguieron en la última cita de Río de Janeiro 2016, donde Porter también integraba el equipo que solo pudo ser doblegado por Gran Bretaña. Tras este incidente, y quedarse mermados con tres ciclistas, los australianos marcaron el quinto mejor tiempo y sólo podrán optar a un hipotético bronce.

ITALIA SIGUE DE DULCE

Si la noticia extradeportiva sin duda ha sido la durísima caída del ciclista australiano, dentro del velódromo de Izu, Italia sigue marchando de manera triunfal en estos Juegos. Los mediterráneos han marcado el récord olímpico, al igual que ha conseguido pocos minutos después Dinamarca. Así, en esta disciplina en la que en Río solo pudieron terminar sextos, en Tokio son los segundos máximos favoritos empujados por el misil Filippo Ganna.

El transalpino, líder absoluto de la contrarreloj mundial en ciclismo de carretera, ha tenido que verse obligado a bajar una marcha en las últimas vueltas de la clasificatoria al dejar atrás a todos sus compañeros cuando tiraba al frente del grupo. Italia tendrá que pulir su estrategia para sacar el máximo partido al gigante de Verbania.