La Confederación General del Trabajo (CGT) espera que para el paro general de este miércoles "las calles estén desiertas". Esa es la consigna que manejan para el quinto paro de la central sindical contra la administración de Mauricio Macri.
El objetivo podría darse por cumplido ya desde el vamos gracias a que entre los sindicatos que se sumarán a la medida de fuerza figuran dos clave: los colectiveros de la UTA y los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad. No habrá colectivos, subtes ni trenes.
Más allá de las diferencias políticas internas, todos los sectores de la CGT jugarán a fondo en el paro, según adelantaron a diario Clarín en la conducción cegetista.
Así, se espera que no haya recolección de residuos, bancos, construcción, atención en dependencias estatales, recargas de dinero en cajeros automáticos, actividad en fábricas y hospitales ni clases en escuelas públicas.
Gremios como el de los docentes privados y Comercio también convocaron al paro, aunque la adhesión entre sus afiliados muchas veces resulta dispar. Ahí la ausencia de transporte público resultará clave. El paro es sin movilización. En la CGT tampoco está previsto un acto, salvo una conferencia de prensa en la tarde del miércoles en la que los secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña harán una evaluación de la medida. El paro es para reclamar por la actual situación económica, la inflación, la suba de tarifas y los despidos.
Tras el paro, el jueves se espera que comiencen a cristalizarse los realineamientos políticos en la CGT, mientras siguen sumando expectativas las aspiraciones presidenciales de Alberto Fernández y Sergio Massa.
Carlos Acuña, uno de los secretarios generales, está con Sergio Massa. Varios dirigentes están a la espera de lo que haga el tigrense.