Que es una diosa, ya todo el mundo lo sabe. Paige Spiranac, de apenas 24 años, supo arrancar profundos suspiros con su swing en los campos de golf, claramente no sólo con sus golpes. No por nada le dicen “La golfista más sexy del mundo” o “la Anna Kournikova del golf”. Sin embargo, aunque muy bonita y sensual, fueron pocas las veces que realizó producciones subidas de tono… y no debe haber sido por falta de ofertas. Quizás que ni hacía falta, sobre todo para quienes piensan que es mejor insinuar que mostrar… Así y todo no pudo evitar ser víctima de cyberbullying por quienes consideran que todo lo que ha logrado se debe más a su envase que a su contenido.

 

Pero con la misma decisión con la que embocó los hoyos, Paige hizo una sexy producción de fotos y después de confesar entre lágrimas cuánto sufrió con las agresiones, le dijo al mundo: “El año pasado estaba tan preocupada por la opinión de todos, pero este año voy a hacer lo que me hace feliz.

 

Lo que llevo (puesto) no define quién soy, mi capacidad de juego ni mi moral” puso los puntos a través de Instagram. “Se me permite ser sexy, inteligente, exitosa y fuerte”, pateó el tablero la rubia, harta del acoso. Pero la alegría no duró mucho…. Enterró a los bullyneros y aparecieron unos hackers que filtraron fotos íntimas y le provocaron un dolor de cabeza a la exitosa deportista estadounidense. Bueh, tampoco fue para tanto… apenas un topless frente a un espejo… nada que una mujer que pregona amarse a sí misma y al propio cuerpo, y que es muy conocedora de las redes sociales, no cure con un simple analgésico.