Familiares de personas fallecidas como consecuencia del coronavirus realizaron ayer un nuevo homenaje en Plaza de Mayo y colocaron piedras que llevaban escritos los nombres de sus deudos en las escalinatas del monumento al Libertador José de San Martín. Pero esta vez, después que el Gobierno nacional se apropiarse de esas piedras de la primera marcha con la idea de construir un sitio para la memoria, los manifestantes advirtieron que "esta vez las piedras se quedan en la plaza".
En este sentido, los organizadores remarcaron que pretenden que las piedras con los nombres de las víctimas permanezcan en el lugar donde fueron puestas y que no las retire el Gobierno, como ocurrió tras la manifestación anterior. "Si las sacan, volvemos con el triple", indicaron los manifestantes.
El objetivo fue honrar a los más de 110 mil muertos desde el inicio de la pandemia, "aquellas personas que no pudimos despedir, abrazar y acompañar hasta el último momento, dejando sus nombres escritos en piedra para no olvidar", apuntaron los organizadores.
Desde las 16 llegaron a la plaza quienes buscaban dejar una piedra con el nombre de un familiar o amigo fallecido. Una dolorosa escena, una especie de velorio multitudinario a cielo abierto, quedó envuelta por el sonido de los aplausos incesantes en forma de homenaje.
En la manifestación estuvieron presentes referentes de la oposición, como el diputado Waldo Wolf, de Juntos por el Cambio. También participó la periodista Viviana Canosa, quien contó que llevaría una piedra dibujada por su hija con el nombre de su abuela.
Todos en la Plaza allí tenían una historia para contar. Los testimonios mantenían una enorme carga emotiva. Entre ellas estaba Gloria Alarcón, madre de Lorena Riva, una mujer de 40 años con síndrome de Down quien luchó en vano durante meses para poder conseguir un turno para ser vacunada.
Lorena terminó enfermando de coronavirus y cuatro días antes de morir, cuando ya estaba internada y muy grave, le llegó el turno para recibir la primera dosis: "Qué ironía. Cuánta rabia y dolor sentí en aquel momento. Me pareció una cargada, una falta de respeto. Ya era tarde, mi hija se estaba despidiendo de esta vida", contó la madre.
Paola se acercó desde Moreno, al oeste del Conurbano bonaerense. Acongojada, contó que perdió a su marido en mayo. "El no tenía ninguna dosis de la vacuna, a diferencia de la gente VIP que nos gobierna", se quejó.
Denominada como "la Marcha de las Piedras", esta segunda manifestación de recordación a las víctimas del covid-19 fue convocada por las redes sociales y generó una concentración entorno al monumento a San Martín, donde los deudos ubicaron las piedras y prendieron velas para recordarlos.
Los convocados exhibieron además fotos de sus seres queridos y algunos mostraban pancartas en la cuales se criticaba el manejo de la crisis sanitaria por parte del Gobierno nacional y la fiesta en Olivos por el cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez. Al promediar la manifestación, desplegaron una larga bandera argentina mientras los asistentes caminaban frente a la Casa Rosada bajo una débil llovizna.
Los manifestantes permanecieron mayormente en silencio y tras unos momentos de reflexión se produjo la desconcentración sin que se produjeran incidentes en la histórica Plaza.
La primera convocatoria de este tipo se hizo el 16 de agosto, cuando hubo manifestaciones similares en Plaza de Mayo y frente de la Residencia presidencial de Olivos.