La administración Biden anunciaría esta semana que ningún funcionario del gobierno estadounidense asistirá a los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, implementando un boicot diplomático de los juegos, según varias fuentes.
La medida permitiría a Estados Unidos enviar un mensaje a China en el escenario mundial sin impedir que los atletas estadounidenses compitan. El Consejo de Seguridad Nacional, que ha estado discutiendo en privado el boicot, declinó hacer comentarios.
El presidente Joe Biden dijo a periodistas el mes pasado que estaba sopesando un boicot diplomático, luego que legisladores demócratas y republicanos, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, abogaran por uno en protesta por los abusos contra los derechos humanos en China.
¿Boicot total?
No se espera un boicot total, lo que significa que los atletas estadounidenses aún podrán competir. La última vez que Estados Unidos boicoteó por completo los Juegos Olímpicos fue en Moscú 1980, cuando el expresidente Jimmy Carter estaba en el cargo.
La cumbre virtual del mes pasado entre Biden y el presidente chino Xi Jinping, considerada una de las conversaciones diplomáticas más críticas de la presidencia de Biden, no arrojó avances significativos. Sin embargo, sirvió como un reinicio auspicioso para las relaciones luego del fuerte deterioro durante el último año de la administración de Trump y la continua hostilidad hacia la administración de Biden, incluso cuando los diplomáticos estadounidenses y chinos intercambiaron ataques durante una cumbre en Alaska en marzo.
A lo largo de la cumbre de noviembre, Biden y Xi participaron en un "debate saludable", según un alto funcionario de la administración de Biden presente en las discusiones. Biden expresó su preocupación por los derechos humanos, la postura agresiva de China hacia Taiwán y los problemas comerciales.
Biden y su relación con China
Casi todos los temas importantes en los que se centra Biden, incluido el tratamiento de los problemas de la cadena de suministro, el cambio climático, Corea del Norte e Irán, tienen un nexo con China. Y los dos países, las dos economías más grandes del mundo, siguen en disputas sobre comercio, agresión militar, infraestructura global, salud pública y derechos humanos.
Biden sostiene que las democracias pueden funcionar de manera más eficaz que las autocracias como China y ha utilizado la ley de infraestructura bipartidista para mostrar a nivel nacional cómo los partidos políticos en las democracias pueden trabajar juntos.
Xi, mientras tanto, fortaleció su consolidación en el poder después de que el Partido Comunista de China adoptó una resolución histórica que lo elevó a la estatura de sus dos predecesores más poderosos: Mao Zedong y Deng Xiaoping. Está intentando buscar un tercer mandato, sin precedentes, en el XX Congreso del partido el próximo otoño.