Cruces. A pesar que ambos dirigentes representan al mismo departamento, siempre se han mostrado distanciados. Sólo compartieron actos públicos.

La incorporación de personal a planta permanente en municipios generó una nueva polémica. Luego de que en Caucete, el intendente Julián Gil diera marcha atrás al decreto de nombramiento de 67 personas, ahora se conoció un hecho similar en Angaco, en la gestión de José Castro. La movida involucra a 36 trabajadores entre los que, según las fuentes, hay agentes que llevan poco tiempo o que nunca trabajaron en la comuna. El que salió al cruce fue el jefe departamental electo Carlos Maza Pezé, al manifestar que el traspaso de contratados fue hecho con fines políticos para perjudicar y complicarle su futura administración con una estructura "superpoblada". Castro no negó las incorporaciones, pero sostuvo que los cargos ocupados estaban vacantes. Además, le respondió con dureza al actual legislador al indicar que "miente" y que "no tiene idea de la gestión municipal". Si bien el hecho ocurrió hace un par de meses, recién estalló ahora, luego del escándalo que se produjo en Caucete. 

Angaco es uno de los tres departamentos en los que habrá un traspaso de mando entre dirigentes de diferente color político. Además, de Caucete, en el que la concejal del Frente Todos, Romina Rosas, ganó las elecciones y sucederá a Gil que llegó con el basualdismo, también está Iglesia. En ese distrito, Jorge Espejo derrotó a Marcelo Marinero. Si bien ambos son bloquistas, compitieron por distintas fuerzas y llevaron adelante polémicos cruces durante la campaña. Lo mismo ocurrió en el departamento del Este y Angaco no fue una excepción. 

Castro explicó que el decreto para el traspaso a planta permanente de personal lo firmó en marzo y que la incorporación se hizo efectiva desde el primero de abril. Así, sostuvo que está en línea con la ley de Responsabilidad Fiscal, que firmó junto a los demás jefes comunales. Con esa norma, los intendentes están impedidos de incrementar el gasto corriente de las cuentas municipales, incluidos los fondos destinados a sueldos. La ley fija que no se pueden hacer incorporaciones nueve meses antes de la finalización de mandato, esto es, al 10 de marzo. 

Maza Pezé puso en duda ese cumplimiento al manifestar que ese decreto "se tendría que rever", ya que la incorporación se hizo efectiva a partir del primero de abril y no antes de la fecha límite. Además, apuntó contra al intendente al indicar que los cargos ocupados son con las más altas categorías, perjudicándolo a la hora de tener un gasto controlado con el personal. 

Los fondos destinados para los agentes no fue el único punto de la polémica entre ambos dirigentes, ya que también hubo un cruce con tintes políticos. Maza Pezé sostuvo que el decreto fue utilizado para captar votos porque se firmó "antes de las primarias y lo utilizó para decirles al resto de los contratados que si votaban a su hermano, los iba a meter al municipio".

Castro negó esa movida al manifestar que esperó a que finalizaran las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en las que su hermano Alejandro fue electo candidato por el Frente Todos, venciendo en la interna al concejal Mario Pacheco, y luego hizo las incorporaciones, después de conocer los resultados, en las que su hermano podría haber perdido. Esto último fue lo que sucedió. 

De acuerdo a los datos brindados por el jefe comunal, Angaco cuenta con 110 empleados de planta, entre los que están incluidos los 36 polémicos cargos.

Caucete

Gil firmó el decreto

A primera hora de ayer, el intendente dejó sin efecto el polémico decreto por el que nombraba a 67 personas en planta permanente. Fue ante el reclamo de agentes.