El jueves pasado se dio a conocer la desaparición de Marisela Díaz, una joven de 16 años que se ausentó de su hogar por varias horas y sin previo aviso. Después de la intervención policial apareció ilesa, y su caso pasó a engrosar la lista de personas que se fugan de sus casas por diferentes circunstancias. En lo que va del año hubo 137 casos, es decir más de 12 en promedio por mes. Pero, aunque parece una cifra alarmante, representa menos de la mitad de los registrados durante el 2019. Un tercio de estas personas correspondió a mujeres menores de edad que representaron la mayoría, según las estadísticas que maneja la Policía de San Juan.
De enero a noviembre del 2019 hubo 287 causas judicializadas de búsqueda de personas. En el mismo período de este año, la cantidad fue de 137, es decir un 52% menos. Si bien la baja de casos es importante, desde la Policía dijeron que sigue siendo una problemática preocupante y atribuyeron parte del descenso a la pandemia. "Es positivo la disminución de casos, aunque sigue preocupando. Seguramente que la cuarentena fue una de las razones del descenso, aunque justamente por esta condición, pensamos que los casos iban a ser aun menos", dijo Raúl Ahumada, comisario del Departamento Planeamiento, dependencia de la Policía que maneja todos las estadísticas.
Según las estadísticas de Planeamiento, en mayo pasado se produjo el pico de casos, con un total de 26, y le siguió octubre con 25. En abril y junio fueron 17; en agosto, 14; en marzo, julio y noviembre, 9; en enero, 6; y en septiembre, 5. Febrero fue el único mes que no registró casos.
Por otro lado, los datos oficiales indican que los varones son los que menos se fugan de sus hogares. De acuerdo a las estadísticas de este año, en el 53% de los 137 casos en que se activó el protocolo de búsqueda estuvieron involucradas las mujeres. Fueron 72 en total, de las cuales 48 eran menores de edad.
El análisis de estos números arroja que la mayoría de las personas que desaparecieron este año de sus casas circunstancialmente y por decisión propia fueron mujeres menores de edad, representando el 35% (48 casos). Un 26% correspondió a varones adultos (35 casos), un 22% a varones menores de edad (30 casos) y el 17% restante a mujeres adultas (24 casos).
Esta tendencia también se vio reflejada en los números del año pasado. De las 287 causas que hubo, 148 estuvieron protagonizadas por mujeres (52%). Y 92 de ellas fueron menores de edad y representaron el 62%.
En cuanto a las razones de que las mujeres encabecen esta tendencia, no hay nada específico según dijo Ahumada, como tampoco lo hay acerca de los motivos por lo que tanto ellas como los varones se fugan de casa. "Una vez que se recibe la denuncia de desaparición de una persona y se judicializa el caso, el trabajo de la Policía consiste en la averiguación de su paradero y concretar su restitución al lugar de donde escapó sin hacer mucho hincapié en las razones de la fuga, salvo que el médico legista detecte signos de maltrato o abuso o que la propia persona diga que se escapó por estas razones. Aquí comienza otra causa judicial", dijo Ahumada.
El comisario agregó que no se lleva estadísticas sobre las razones de las fugas pero que en el caso de los menores, según lo que se ve durante las actuaciones, se debe a ciertas privaciones y restricciones impuestas en sus casas, con las que no están de acuerdo. En este marco, los chicos se escapan para asistir a un encuentro para el que no tienen permiso o porque sus padres se oponen a la relación sentimental que tienen. Las discusiones familiares suelen ser otro motivo de escape como también tener bajas notas en la escuela. Quizás estas situaciones, más relacionadas con la rebeldía que con cuestiones que atentan contra la integridad de los chicos, sean la razón de que la mayoría de los casos se resuelve de manera positiva con el retorno de los fugados a sus hogares. De los 137 casos de este año, el 100% se resolvió positivamente.
Frente a este panorama en que las fugas son aparentemente por rebeldía, Ahumada dijo que estos casos no afectan ni entorpecen el trabajo policial, pese a que se involucra mucho recurso humanos para su resolución. "Cada caso de desaparición se trata con la misma seriedad y se le da máxima prioridad desde que se toma conocimiento del mismo. Se despliega un amplio pedido de colaboración entre la Fuerza que involucra desde los grupos de rescate hasta los móviles que están patrullando las calles preventivamente. Pero estas intervenciones no afectan el normal desarrollo del trabajo policial que se realiza en otros ámbitos y por otras razones, ya que forma parte del servicio que ofrece la Policía y para el cual se está preparado", aseguró el policía.
Un caso pendiente
392 fueron las causas judicializadas por búsqueda de personas que se registraron en la provincia durante todo el 2018. Del total, sólo un caso quedó sin resolución y sigue bajo investigación.
> Otro sin resolver
De las 304 causas judicializadas de búsquedas de personas que hubo en el 2019 (desde las 38 de enero hasta las 17 de diciembre), sólo una quedó sin resolver. La Policía de todos modos no brindó detalles de este caso, ya que dijeron que es una causa judicial que está abierta y en trámite, de modo que quieren evitar entorpecer la investigación.
> Cómo es el procedimiento
No es necesario esperar que transcurran 24 horas de la desaparición de una persona para dar aviso a la Policía, como sucedía hasta hace algunos años. Puede hacerse apenas se sospecha que desapareció esa persona en cuestión y se desconoce su paradero, y el aviso puede ser realizado en cualquier comisaría o llamando al 911.
Una vez que interviene la Policía, el personal asiste de inmediato a las casas de los denunciantes. Las entrevistas a la familia y a los amigos son clave para obtener pistas y, de acuerdo a cómo se presenten los casos y las circunstancias, también darle intervención a las divisiones de Canes, GERAS o de Policía Montada, dependiendo del ámbito de búsqueda.
Incluso, según explicaron desde la Policía de San Juan, cuando el caso es más complicado suele intervenir otra unidad especial preparada para rastrear llamadas de celulares en otras provincias, clave para luego dar con los paraderos de las personas desaparecidas.