Fabiana Cantilo regresa a San Juan para actuar en formato acústico en el Teatro del Bicentenario y las sanjuaninas Ana Paroldi, Soledad Arranz y Cande Mallea compartirán escena con ella hacia el final del show y la "reina del rock", está muy contenta con ese encuentro. 

"Los nuevos talentos son muy importantes para la vida de la gente" suelta sin dudar en la charla telefónica que mantuvo con DIARIO DE CUYO Cantilo, antes de su llegada a la provincia. Hace rato que volvió a los escenarios, a penas se pudo y se mostró entusiasmada con su concierto aquí, donde además de sus hits, presentará algunos de los cortes de Cuna de piedra, su más reciente álbum producido por ella, el tercero editado independientemente, que tiene toques celtas y un mensaje poderoso de conexión con la tierra y la espiritualidad. Aunque no reniega de su etapa rockera, desde hace unos años a esta parte hay otra Fabi Cantilo. Mientras habla, procura que su nueva gatita no haga una travesura, cuenta que toma clases de yoga y entrena por Zoom, hace algunos meses editó un libro de poemas, lee e investiga sobre los signos, el horóscopo chino, habla de metafísica y sobre su camino espiritual. No oculta cómo cambio su vida alejada de las adicciones y está feliz con que hayan vuelto los conciertos. "Me encanta tocar en teatros, me encanta cantar y viajar" comentó y adelantó que cuando actúa en formato de trío, como el que tendrá en el TB, hace una especie "de stand up" porque ahora le gusta conversar con el público mucho más.

-Los críticos dicen que Cuna de piedra es un disco bisagra, ¿es así?

-Sí es una bisagra, si bien como Superamor es un discos independiente de verdad, porque hago lo que quiero y no me fijo si vende o no vende, que siempre fui así, pero tenía mucha discusión con las discográficas. Ahora además lo produje yo, y está afinado en 432 HZ que es una afinación sana, 440HZ está incompleto. Es un poquito más abajo, lo tomé de Patricia Sosa, que afinaba en 432, las dos somos fanáticas de la cosa espiritual ; el 432 es la afinación de la Tierra, del corazón, es completo, hace bien y es curativo, porque la música es curativa, es mucho mejor que cualquier remedio químico; si uno baila y canta todos los días un ratito te curas de todo, es lo que yo pienso. Está bueno que en mi se haya abierto esta especie de espacio en el cerebro, este cable, soy como un canal, de lo que la divinidad quiere informar, yo paso esta información a la gente. Entonces yo tengo que hacer pasar un buen rato a la gente, es para lo que estoy, soy un servidor, es lo que tendríamos hacer todos. Entonces esa sería la bisagra, que la afinación que estoy entregando a la gente es curativa. Es raro, porque soy yo solita que lo estoy haciendo y un par más.

-Tiene sonidos celtas, ¿Por qué sumaste esa música?

-Sí, tiene que ver con un descubrimiento que hice hace poco que yo provengo de aquella zona, de los druidas. Es como un delirio, cada uno en sus discos hace lo que quiere, entonces pude jugar con eso un poquito. 

-¿Cuándo te diste cuenta que tenías un mensaje que entregar? 

-Me di cuenta hace poco, en realidad lo sabía, pero si sos un canal, tenés que ser una buena persona. Yo siempre fui buena, sino que era un poco nerviosa (risas) y ahora que hace 9 años y tres meses estoy limpia de toda ‘substance’, porque no tomo alcohol ni nada, soy una especie de monje, entonces me bajó la información más contundente de que no estoy en el escenario para mí, estoy para los demás. 

Creo que yo tuve que luchar mucho con este disco, que por ahí digan "oh que loca que estás"… cuando saque "De qué se ríen", en la tapa, salgo con unos chanchos, yo soy chancho en el horóscopo chino, y quise pasar un mensaje entre artístico-teatral y no entendieron nada y me decían qué te haces la Björk.

Siempre has ido un paso adelante…

Parece, parece, se han reído mucho de mí, que ya lo superé, en (el disco) "De qué se ríen", ese también fue bisagra, en el 99 empecé a hacer todos temas míos, después hice dos con la Sony que eran temas de otros, eso confundió un poco mi mensaje, fue una idea de ellos, que estuvo bien, pero quedaron medio opacados mis discos, De que se ríen, Información celeste, Ahora, Hija del rigor. En 2014 terminé mi trato con la Sony, ni yo pedí, ni ellos me pidieron (renovar), hartos de mí que les discutía todo, lo mismo pasó con la Warner, que terminé con "De qué se ríen", que me dijeron ‘ma’ si, andate loca’. Recién ahora estoy amigada con mi parte loca, la buena, y no la parte loca mala. La verdad es que estoy en un momento de mi vida maravilloso. Estoy muy agradecida. 

-¿Sentís que aún hoy esa mirada hacia vos sigue?

-No, ahora ya no. Hace un tiempo, me estoy dando cuenta que de verdad, ya no. Soy mucho más amable, en vez de estar enojada. Estoy trabajando en la tolerancia y manejar la ira con mis guías-consultores espirituales; desde chica me gustó eso, el tren del rock and roll me sacó de eso, pero hice un libro con todas mis poesías que se llama Desvío, justamente agarré un desvío en un momento, después volví a esto que es la naturaleza, la cosa sana, la salud. 

-¿Pero socialmente se está dejando de prejuzgar de ese modo?

-Sí, se logró muchísimo. Ahora las mujeres sabemos dónde recurrir, tenemos voz y no cualquiera jode. Porque saben que hacés un juicio y lo matás, a veces justamente y a veces no, así es la humanidad, este plano horrible que estamos habitando, lleno de guerras, pandemias; pero frente a ese no poder controlar el afuera yo me dedico a limar mis miserias. Yo padecí el periodismo machista en los 90, me atacaron, no sólo Pergolini, él se sentaba en su silla y le daba con un caño a todos, que es muy cómodo, en el momento le tuve miedo, era más temerosa. Pero se acabó gracias a Dios; en este momento no le tengo miedo a nada, no me mataron y ahora, ¡agarrate! Soy la defensora de la justicia, en casos de abusos infantiles especialmente, yo trabajo desde la oscuridad, no hago publicidad de eso, trabajo en todo lo que se pueda hacer para que la humanidad suba de vibración. 

– ¿Cómo vez que impacta en la práctica la ley de cupo femenino, ¿sirve? 

-Sí, re. Porque los músicos no son machistas, nuestros compañeros. Es imposible que sean machistas, porque es imposible sacar a la mujer de la música, que, ¿vas a hacer un coro de hombres? Puede pasar que haya más hombres porque hay más publicidad, ahí entran los de afuera. Yo creo que sí, sirve. Los chicos lo toman en cuenta. El otro día que estuve en el CCK también estuvo Eruca Sativa y eran todas mujeres, las camarógrafas, las stage, las sonidistas. Fue maravilloso. 

 

El dato

"Música entre nosotras". Fabiana Cantilo toca en el Teatro del Bicentenario el viernes 11 de marzo. Participan Soledad Arranz, Ana Paroldi y Cande Mallea. A las 22.00 Entradas: $600, $800, $1000, $1200 en boletería y tuentrada.com

Foto. Gentileza Bárbara Marquez