Mucho talento ha demostrado en la escena la joven Camila Cabello, dueña de hits como Señorita o Havana. Sin embargo, mucho más que canciones salen de las entrañas de la artista de 24 años, de raíces cubanas. Blanco de haters, como tantas famosas, Camila ha tenido que aprender a lidiar con el malestar que le provocaron ciertos comentarios sobre su aspecto físico, por ejemplo, y por lo que esperan de ella por ser una celebridad en ascenso. Pero, chica de carácter, no ha cerrado la boca ni ha titubeado a la hora de hablar de estos temas y de la posición que ha tomado. Para Cabello, el problema radica en que, en definitiva, no logran verla como la mujer de carne y hueso que es.
"Si como se me infla la barriga, tengo imperfecciones como todo el mundo. Es muy difícil. Hay comentarios que me han hecho sentir mal. Yo creo en comer sano, en moverse para estar saludable, pero también creo que hay que cuidarse la salud mental y defenderse de esos ataques tóxicos", disparó la voz de Don’t go yet, que también pregona la importancia de que las "mujeres reales" se quieran a sí mismas "con curvas y celulitis y estrías y grasa"; y que se deje de perseguir una fantasía peligrosa sobre todo para las chicas más jóvenes: "Están viviendo en un mundo en el que la belleza femenina está basada en algo irreal. Ya no se puede decir que es porque ven modelos luciendo perfectas en revistas. ¡Ahora todo el mundo parece perfecto en sus redes sociales y eso es falso!", dijo sin pelos en la lengua y convencida de que si para algo sirve su fama es "para dirigir la atención hacia los que nos necesitan".