Un hombre estuvo fallecido durante 90 minutos, tras sufrir un paro cardíaco, y contó todo lo que presenció antes de que el personal de salud logre reanimarlo. El milagroso hecho cambió su percepción e impactó en la sociedad.
Alistair Blake tiene 61 años y vive junto con su esposa y su familia en Australia. A más de tres años de sufrir una de las experiencias más impactantes de su existencia, reveló cómo atravesó el momento crucial donde casi pierde la vida.
Todo ocurrió en enero de 2019, cuando un sábado por la noche su pareja, Melinda, lo encuentra inconsciente en el suelo de su habitación. El hombre se había ido a acostar como de costumbre, sin embargo, sufrió un paro cardíaco que provocó que su salud tienda de un hilo.
De ahí en más, todo fue una nebulosa de momentos de tensión, preocupación, miedo y tristeza por parte de quienes se encontraban a su alrededor. Es que Alistair permaneció por más de 1 hora y media inconsciente, al borde de la muerte, donde ni el personal de salud ni nadie lograba encontrar su pulso.
Al comienzo, fue su esposa quien quiso reanimarlo durante 20 minutos hasta que llegaron los paramédicos. Aunque el hombre se encontraba “clínicamente muerto”, el personal de salud siguió intentando con ejercicios de reanimación cardiopulmonar (RCP) y con descargas eléctricas.
El esfuerzo no fue en vano. Cuando todo parecía perdido lograron revivirlo y hoy ya se encuentra sano y salvo en su hogar. Habiendo superado el atroz episodio, el australiano reveló qué sintió durante esos 90 minutos donde estuvo sin vida.
“Mucha gente me pregunta si vi algo”, aseguró el paciente, mientras rememoraba el hecho que transformó su vida. En ese marco aclaro: “Técnicamente, estuve muerto. Recuerdo irme a la cama el sábado por la noche y lo siguiente que recuerdo fue despertarme el jueves por la mañana en un carrito que iba a la atención coronaria”, explicó el protagonista.
Fue así que aclaró que presenció durante esa extensa media hora donde su cuerpo luchaba por no fallecer. “No vi nada, ni a nadie. No vi luces brillantes, nada en absoluto. El cerebro humano ha bloqueado totalmente lo que sucedió en el medio”, aclaró, al respecto.
No obstante, si sostuvo que esta experiencia entre la vida y la muerte modificó sus hábitos al reducir la cantidad de horas de trabajo, cambiar su alimentación y hacer más ejercicio. “Estoy tratando de conectarme más con familiares y amos. Si va a suceder, sucederá”, sentenció.