El 28 de enero de 1994, con el reloj marcando las 11.43, el quirófano uno del Hospital Privado era testigo de un hecho histórico en la provincia: el primer nacimiento de mellizos fecundados de manera in vitro. Por entonces, se trataba de un verdadero hito en la medicina local. 

Según los reportes de la época, el matrimonio del que jamás se reveló la identidad, llevaba más de diez años intentando concebir. Decenas de tratamientos frustrados, decepciones acumuladas y la inevitable lucha entre querer bajar los brazos y seguir luchando por el sueño. Fue en junio de 1993 que se incluyó a la pareja en un programa de fertilización. Y lo que a esa altura parecía imposible, finalmente ocurrió. 

El embarazo fue muy complicado, no sólo por ser múltiple sino también porque la mujer tenía un fibroma en el útero. El doctor Carlos Coria fue el obstetra y así relató la situación. "La señora estuvo en reposo. Se le hizo un tratamiento hormonal para retener el embarazo y se le suministraron sustancias para evitar las contracciones, lo que significó un gran esfuerzo para ella, dado que tuvo una ambulación limitada. El esposo también tuvo una participación extraordinaria, lo que demostró unión y fortaleza espiritual entre la pareja".

Coria estuvo acompañado por un equipo de profesionales que se encargaron de que nada fallara, pese al lógico nerviosismo que la situación generaba. El silencio reinaba en el lugar y sólo era interrumpido por alguna palabra para tranquilizar a la mamá. De esta manera, después de una cesárea, Eugenio Hernán y Eduardo Ignacio llegaron al mundo con 36 semanas de  gestación. Pesaron 2,340 y 2,350 kilos respectivamente, por lo que tuvieron que permanecer un tiempo en incubadoras. Sin embargo, su estado de salud era excelente. 

Concretado el ‘milagro’, hubo lágrimas de emoción, abrazos y felicitaciones reiteradas por parte de los profesionales a los flamantes papás. 

Una nena, el único antecedente en la provincia

Tres años antes, en 1991, se había producido el primer nacimiento de probeta en San Juan, que ademas fue inédito también en Cuyo. Aunque se trató de un parto único, del que nació una beba.

"No es un logro personal sino que sirve para demostrar que en la provincia se puede hacer sin necesidad de viajar a otras ciudades y con el aprecio y el cariño que los sanjuaninos que sólo los sanjuaninos damos a nuestros pacientes", había resaltado Coria entonces.