
En mi carácter de profesional en Ciencias Económicas y más específicamente como Contador Público, es que compruebo día a día que el Estado persiste en la voracidad fiscal asfixiante, es decir, desde 1810 e incluso desde la colonia se experimenta una presión recaudatoria cada vez mayor pero que lamentablemente se va volviendo en este último tiempo en un ahogo tremendo para la actividad privada de tal forma que frena el estímulo para crecer, llevando a desestimar una nueva actividad cualquiera, dado la enorme carga impositiva que debe pagar todo contribuyente. Vaya de inmediato un ejemplo: si soy docente y cumplo más horas de trabajo, me descuentan más Impuesto a las Ganancias, por lo cual decido renunciar a esas horas ya que no me conviene trabajar más para cobrar menos. Esto es incomprensible y de inmediato doy otro ejemplo: un empresario cualquiera (quiosquero, industrial, personal trainer, informático, agricultor, ganadero, comerciante, etc. sea pequeño, mediano o grande) y ante el avance de más impuestos, llega un punto en que no puede sostener en pie su empresa ante más gastos por su actividad, cargas sociales por sus empleados, retenciones, percepciones, tasas, contribuciones y demás, por lo cual debe dejar de producir (recesión), achicar su planta de personal (desempleo), ingresar menos impuestos (caída de la recaudación) e inclusive, muchos llegan a quebrar (desaliento).
Si bien el gobierno actual no es el causante del deterioro que sufrimos, también ha seguido como los anteriores en la suba de impuestos lo cual es palpable a simple vista y por el bolsillo de todos. Además, esta situación no es nueva sino que ha sido estudiada en extenso en la Ciencia Económica y deseo rescatar un tema que hace referencia a la relación entre lo "Recaudado” por la autoridad (AFIP) y la "Diversidad de Impuestos” (surgen más y novedosos impuestos) y que sostiene que cuando la "Presión Impositiva” es muy alta, se produce un punto de inflexión a partir del cual la "recaudación” empieza a bajar. Esto está demostrado en muchos estudios de grandes investigadores e incluso de varios Premios Nobel de Economía y uno de esos análisis es el que conocemos como la "Curva de Laffer”. Arthur Betz Laffer, está considerado como uno de los padres de la economía de oferta e ideó esta ecuación para tratar de demostrar cómo en determinadas circunstancias, la decisión política de bajar los impuestos, puede hacer subir la recaudación fiscal mientras que subir los impuestos a un nivel asfixiante, puede producir todo lo contrario: bajar la recaudación. La idea de Laffer parte de la base de que con un tipo impositivo a cero, la recaudación fiscal será por supuesto cero, pero también lo será con un tipo impositivo sobre el 100 % de los ingresos. En este sentido, la curva de Laffer comienza y termina en cero, supone que en un primer momento el aumento de impuestos servirá para hacer subir la recaudación pero llegado un cierto punto, ésta comenzará a disminuir conforme suban los impuestos hasta llegar a cero de recaudación. El modelo postula que si el ingreso fiscal es una función continua del tipo impositivo, tendrá un máximo en un punto del intervalo a partir del cual descenderá.
Para justificar su teoría, Laffer argumenta que al incrementarse los impuestos, habrá un momento que la actividad económica quede estrangulada. En realidad, lo que ocurre es que una excesiva presión fiscal, desincentiva la actividad económica y hace que baje tanto el consumo como la demanda hasta un punto en el que la subida de impuestos no pueda compensar esta caída. Para entendernos mejor, si los impuestos alcanzan el 100% de los ingresos a nadie le interesaría trabajar ni invertir, puesto que estaría trabajando para pagar impuestos y no ganar nada. En esta tesitura, ¿Quién no preferiría tener tiempo libre en lugar de trabajar sólo para pagar impuestos?
Por Diego Salinas
Doctor en Economía e Investigador.
