Después de que el Ministerio de Salud de la Nación informara que han dado positivo los dos primeros casos de viruela del mono registrado en el país, tras el PCR realizado por ANLIS Malbrán, se impone la necesidad de tomar todas las medidas necesarias para que este nuevo mal no se vaya a propagar por el país como ocurrió, en su momento, con el covid-19, aunque muchos expertos sostuvieran que era inevitable que ese virus no alcanzara a todas las poblaciones.
La viruela del mono -también llamada viruela símica- es una zoonosis selvática con infecciones humanas incidentales originaria en partes boscosas de África Central Occidental. Su transmisión se produce por exposición a gotitas exhaladas o por contacto con lesiones cutáneas infectadas o materiales contaminados.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento. Por lo general se desarrolla una erupción que comienza en la cara y luego se propaga a otras partes del cuerpo. Las lesiones pueden causar picazón y dolor hasta un punto que en ocasiones resulta insoportable para el que padece esta patología.
El período de incubación de esta viruela suele abarcar de 6 a 13 días y es importante consignar que la enfermedad es autolimitada, es decir que la resuelve el propio paciente mediante el desarrollo de defensas, y los síntomas desaparecen dentro de los 14 o 21 días, siendo muy bajo el índice de mortalidad o de secuelas semipermanentes. Lo preocupante de esta patología es que es altamente contagiosa y que provoca un nivel de ausentismo que puede llegar a resultar muy preocupante en determinadas actividades laborales. Por todo esto, ante la posibilidad de exponerse al contagio de la enfermedad se recomienda tomar medidas precautorias que son similares a las que se implementan ante el covid, la gripe y otras patologías similares. Ante síntomas concretos hay que aplicar el aislamiento social, con distanciamiento y la no concurrencia a lugares públicos, de trabajo o con elevada concentración de personas; medidas de protección respiratoria -uso de barbijo y ambientes ventilados, además de mantenerse alejado al menos 2 metros de las personas circundantes- y realizar la consulta con el sistema de salud en forma inmediata, para activar los mecanismos de detección, investigación y tratamiento de esta viruela que se está expandiendo muy rápidamente por todo el mundo y para la que todavía no hay una vacuna específica, salvo la que se ha estado utilizando para la viruela tradicional y que en nuestro país se dejó de usar en 1978.
