El expresidente de Bolivia Evo Morales afirmó ayer, por primera vez, que está dispuesto a retirar su candidatura a la jefatura del Estado y reclamó que le permitan continuar el mandato que se interrumpió con su renuncia hace ocho días.
"No sé por qué están asustados con Evo, no quieren que participe; está bien, todo por la vida, por la democracia; retiro mi candidatura, pero deberían dejarme terminar mi mandato, ¿se entiende?", dijo Morales en la ciudad de México, en una entrevista con la televisora catarí Al Jazeera.
Apenas 24 horas antes, en una entrevista con la BBC, el exmandatario había dicho: "Tengo todo el derecho de participar en las elecciones, pero dicen no Evo; ¿por qué tienen miedo a Evo?".
Morales está asilado en la ciudad de México desde el martes pasado, dos días después de que renunciara a la presidencia ante la falta de apoyo de numerosas organizaciones afines y de las Fuerzas Armadas.
La crisis se originó en las elecciones del 20 de octubre, en las que Morales se postuló para un cuarto mandato consecutivo gracias a un fallo del Tribunal Constitucional, pese a que la Constitución lo prohíbe.
La autoridad electoral proclamó el triunfo de Morales en primera vuelta, pero la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) comprobó irregularidades en el escrutinio, por lo que Morales propuso repetir los comicios y luego dimitió. Morales tenía mandato hasta el 22 de enero.
Por otro lado, el Gobierno interino de Bolivia anunció ayer que analiza la posibilidad de convocar a elecciones presidenciales por decreto en caso de que no se llegue a un acuerdo en el Parlamento con el Movimiento al Socialismo (MAS), la fuerza política de Morales.
"Si vemos que hay dificultades para poder convocar a las elecciones, una de las sugerencias que va a hacer el Ministerio de la Presidencia a la señora presidenta Jeanine Áñez es que convoquemos a elecciones a través de algún otro instrumento legal", dijo el jefe de esa cartera, Jerjes Justiniano.
El gobierno de la autoproclamada presidenta Áñez busca un acuerdo parlamentario para modificar el sistema legal y poder llamar a nuevas elecciones en 90 días. Jerjes Justiniano dijo que la búsqueda de mecanismos por acelerar el proceso electoral tiene dificultades debido
a que la actual normativa no permite acortar plazos, pues requiere convocar con 150 días de anticipación y el mandato de la presidenta Jeanine Áñez es apenas de 90 días.
Uno de los principales colaboradores de Áñez, el senador Oscar Ortiz, pareció preferir que el llamado a elecciones sea resultado de un acuerdo entre las fuerzas parlamentarias.
A su vez, consideró que "no debe haber sesión de la Asamblea (Legislativa, parlamento) hasta que no se haya concertado la conformación del TSE (Tribunal Supremo Electoral) y la convocatoria a elecciones en el marco de la mediación internacional". Ortiz se refirió a la sesión a la que el MAS (con mayoría en las dos cámaras y la presidencia de ambas) convocó para hoy. Se espera que hoy en la Asamblea pueda haber convocatoria a elecciones.