Señor director:

Ante los dichos del Intendente de Calingasta, Jorge Castañeda, en contra de la actividad endurística, me veo en la necesidad de responderle. Evidentemente el Intendente está influenciado por los intereses de los operadores turísticos de la cordillera, que llevan miles de personas en una temporada facturando cerca de 20.000 pesos por persona y que se molestan cuando ven cualquiera que va por su cuenta sin pagar.

Debo aclarar que esos viajes turísticos dejan mucha basura ya que sus paseantes van cómodamente sentados arriba del mular mitigando su aburrimiento con golosinas, cuyas envolturas terminan en la huella o en sitios a los que las transporta el viento, lo mismo que las botellas de agua que se suministran durante la travesía. Calculen que se lleva a personas de 10 años hasta 80 años de edad.

Como contrapartida, las heróicas motos, sólo pueden llevar osados pilotos, dispuestos a pasar mas de 8 horas por jornada (no menos de 4 o 5 jornadas) entre piedras, dispuestos a mojarse al cruzar los traicioneros ríos y dejando como única señal de su paso, alguna marca de sangre, en alguna piedra que pensó que podría impedir su paso.

Estos valientes, que no son mas de 20, desde que empezó la moda del cruce de los Andes, llevan estrictamente lo necesario o menos ya que cada vitualla o bulto del equipaje debe ser soportado sobre sus espaldas, incluyendo los 22 litros de nafta, que ya tienen aforados, como mínimo necesario.

Cabe acotar que éstos audaces pilotos, no tienen derecho a enfermarse ni a golpearse demasiado fuerte, dado que no habría forma de sacarlos ni auxiliarlos, a diferencia de los que hacen turismo que tienen los helicópteros de la Provincia a su disposición.

Estoy de acuerdo con el Intendente que se debe regular la actividad, pero es la de los operadores turísticos la que hay que controlar y reglamentar, para aplicar multas y responsabilidades por la basura que dejan.