Para este año el INV exige que el vino tinto genérico de la elaboración 2019 y anteriores, para ser identificado como tal, además de cumplir con el Índice de Color establecido por la reglamentación en vigencia, deberá estar elaborado por caldos cuya composición provenga de al menos un 65 % de variedades tintas. El porcentaje restante podrá ser de otras variedades de vinificar. Así lo determinó el organismo mediante la resolución Nº 2019 -3 publicada por el organismo de control.
Los tintos que suelen hacerse con blanco teñido ahora deben contener más uvas de color.
La normativa que fue adelantada en diciembre por DIARIO de CUYO, establece además que a partir de la liberación de la Cosecha 2023, el porcentaje de variedades tintas se incrementará anualmente hasta alcanzar para el año 2030, como mínimo el 80 birá un 2% en promedio cada año. La medida fue impulsada por la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan que solicitaron al INV, que se determine el porcentaje de uvas tintas para definir un vino tinto genérico genuino. La entidad hace dos años que venía pidiendo esa reglamentación para los vinos genéricos o comunes que mayormente se venden en cajitas. Hasta ahora eso no estaba normado y por ello es posible encontrar vinos tintos, elaborados con blancos escurridos y ""teñidos" con uvas tintoreras, como las Aspirant y Alicant Bouchet. En la actualidad, por una cuestión de ahorro de costos, es más económico elaborar vinos tintos con variedades de uvas que son más baratas que las tintas. Según la Federación, un industrial puede ahorrar hasta un 30% con esta metodología. La resolución explica que el INV adoptó la decisión tras elaborar distintas proyecciones a partir de datos estadísticos, y no mediar oposiciones por parte de los sectores vitivinícolas en los anteproyectos presentados en el 2017 y el año pasado.