El Gobierno tiene todo arreglado para conseguir el financiamiento de una obra fundamental para el desarrollo de Vaca Muerta. Se trata del gasoducto Neuquén-Rosario, que permitirá duplicar el transporte de gas desde la cuenca neuquina que hoy se encuentra desbordada. Eso obliga a volcar los excedentes a Chile.
"Estamos a punto de cerrarlo. Es una obra clave de entre 1.700 y 2.000 millones de dólares que esperamos poder comenzarla en el primer trimestre del 2019", confirmó al sitio La Política Online (LPO) una fuente oficial de alto rango.
La iniciativa toma vuelo a partir de un fuerte apoyo del presidente de EEUU, Donald Trump, hacia la administración de Mauricio Macri, poniendo a disposición una importante suma para este y otros proyectos mediante la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero.
La OPIC -por sus siglas en inglés- es una agencia gubernamental de EEUU que ayuda al sector privado a invertir en mercados emergentes. Según LPO, los trámites suelen demorar por lo menos un año, cosa que choca con los planes de la secretaría de Energía que espera tener terminada la obra para ese entonces.
"Nuestro objetivo es llegar al invierno de 2020. Nos permitiría ahorrar millones de dólares en las importaciones de gas natural licuado y gasoil que se hacen en invierno y ya no serán necesarias", afirmó el Secretario de Planeamiento Energético Daniel Dreizzen.
El gasoducto tendrá una capacidad de transporte de 25 millones de m3/día que está previsto que se amplíe a 40 millones de m3/día en una segunda etapa, es decir, un 25% más que el gasoducto Centro Oeste, el más importante de la región.
"Intuitivamente si continua incrementando la producción en Vaca Muerta ese gasoducto se va a necesitar. En Rosario hay un centro de consumo industrial muy importante que sumado a las diversas plantas de generación de energía eléctrica -que hoy están siendo alimentadas por el barco regasificador-, lo convierte en un nodo central del sistema argentino", explicó el Vicepresidente del Instituto Mosconi, Gerardo Rabinovich.
A su vez, desde Energía sostienen que permitirá el transporte de gas hacia todo el noroeste al empezar a sustituir el gas boliviano. Fuentes del sector indican que la urgencia responde a un claro interés por parte de Tecpetrol, la petrolera de Techint.