El Gobierno puede volver a suspender el aumento en el impuesto a los combustibles líquidos previsto para el 1 de marzo, para evitar que suba la nafta, indicaron fuentes oficiales citadas por medios nacionales.

En distintos despachos oficiales manejaban la información en potencial. Será el presidente Alberto Fernández quien defina, a último momento, si prioriza mejorar la recaudación a costas de una suba en los precios de los combustibles del orden del 6 por ciento o mantener los valores fijos en los surtidores para seguir mostrando índices de inflación del 2 por ciento promedio mensual. Pero, según supo el sitio de noticias tn.com.ar, la decisión de mantener sin cambios el tributo estaba tomada.

A fines de 2017, la reforma tributaria dispuso una indexación trimestral del impuesto a los combustibles líquidos, cuyo cargo se traslada directamente a los surtidores. Pero el año pasado, el gobierno del expresidente Mauricio Macri fue difiriendo la actualización del tributo. Al asumir la presidencia, Alberto Fernández hizo lo propio y, a fin de año, pasó para el 1 de marzo el posible incremento.

El impuesto debería subir 3,17 pesos por litro de nafta y 2,08 pesos por litro de gasoil, de acuerdo a los parámetros de actualización. Eso implicaría subas del orden del 6 por ciento y del 4,2 por ciento, respectivamente.

A esos porcentajes, las petroleras buscan sumarles su propia rentabilidad. En diciembre, Fernández evitó que YPF (compañía petrolera con mayoría de capital estatal) subiera el precio de la nafta, lo que devino en un congelamiento tácito de precios. Si Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que representa casi el 60 por ciento del mercado, no aumenta, el resto de las empresas debe mantener precios sin variaciones para no perder más mercado.

Fuentes del sector esperaban novedades sobre la decisión oficial, pero no se hacían esperanzas con un deshielo que, además de aumentar la carga impositiva, permitiría una tibia recomposición en sus márgenes.

La nafta aumentó por última vez el 1 de diciembre pasado, luego de un congelamiento "a medias" que dispuso por decreto el expresidente argentino Mauricio Macri. Los combustibles subieron ese día en torno al 6 por ciento y el litro de nafta súper llegó a los 53,34 pesos en YPF en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La nafta premium pasó los 61 pesos. Ese día fue, también, el último incremento en el impuesto.

El Gobierno sostiene precios congelados de combustibles y puso en suspenso los aumentos de tarifas previstos para el primer trimestre para compensar la fuerte suba de alimentos. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero marcó así 2,3 por ciento, mucho menos de lo que preveían las consultoras privadas.

La suba del dólar del último mes y medio (el Banco Central de la República Argentina convalidó un incremento en el tipo de cambio oficial superior a la inflación) fue compensada por la fuerte caída del precio del crudo por el coronavirus, que afecta a la comunidad mundial. En apenas un mes, el barril de Brent bajó casi 10 dólares, hasta los 50,71 dólares.